De las fuentes de agua superficial que hay en el país, como ríos, lagos, presas y lagunas, entre otras, 59.1% se encuentran contaminadas, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (
Conagua).
Carlos Samayoa, de
Greenpeace México, dice que esta contaminación deriva en afecciones gastrointestinales y hasta en cáncer, ya que está alterada con arsénico y otros químicos.
Señala que los estados más afectados por este fenómeno son Chiapas, Guerrero y Oaxaca, y más si tienen cerca
industrias, ya que vierten a las fuentes de agua sus desechos sin tratamiento previo.
“Esto reduce la disponibilidad de consumo para la población y deja como opción al agua subterránea, que tiene problemas no solo de contaminación, sino también de sobreexplotación del manto acuífero”, destaca el especialista.
Explica que 60% de la disponibilidad en el país es de aguas superficiales, mientras que el 40% restante está en fuentes subterráneas.