Especialistas aseguran que la infancia transexual existe

Nacen con sexo equivocado

Familias y niños luchan por que se reconozca su identidad de género

Dora Omara (Foto: El Gráfico?

Al día 29/04/2016 10:18 Redacción Actualizada 10:18
 

Por: Cristina Pérez-Stadelmann

María nació como niña en lo biológico, pero desde que ingresó al kínder pidió a sus padres que le llamaran Germán.

Rechazaba los vestidos, los juegos de niñas, el cabello largo, los moños y trenzas, lo rosa, todo aquello que fuera femenino.

“Desde los cuatro años mi hijo [en ese entonces María] nos decía por ejemplo: ‘hoy estoy contento’ o ‘me siento enfermo’, y nosotros sus padres la corregíamos: ‘no se dice enfermo María, se dice enferma… eres una niña’. Pero María a los seis años ya sabía que era un niño.

BUSCAN AYUDA. Miriam y Roberto, sus padres, decidieron informarse con médicos, sexólogos, endocrinólogos y sicólogos para comprender. “Nos explicaron que lo que nuestros hijos tienen en medio de las piernas no siempre coincide con lo que tienen en la cabeza. El sexo no sólo se rige por un pene o una vulva, sino por lo que tienes en el cerebro; la mayor parte de las veces cerebro y sexo coinciden, otras no”.

Sus padres supieron que estaban ante una transexualidad masculina. Para expertos, la transexualidad infantil existe, es una realidad. No es una enfermedad o un trastorno. Los niños se sienten incómodos en su propio cuerpo. No es algo que se elige o se prefiere. Simplemente se es. Un transexual es la persona que nace con determinado sexo, pero que se identifica con un género contrario al que le fue asignado de nacimiento.

Confusión. Rafael Salim Pascual, profesor del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la UNAM y director de la Clínica de Diversidad Sexogenérica (Divergen) UNAM, señala que la transexualidad infantil es una de las realidades menos abordadas y se confunde con homosexualidad.

“Un día, María me dijo que quería ser todo el tiempo niño, al principio creí que quizás mi niña era lesbiana, pero a su edad no estábamos hablando aún de sus preferencias sexuales o de atracción erótico-afectivas… así es que había que descartar esa posibilidad.

“Buscamos más información. Lo aceptamos. Decidimos llamarlo Germán las 24 horas del día, cambiamos de colegio. Por fortuna, en la Ciudad de México hay varias escuelas que aceptan a niños transexuales.

 Expertos aseguran que conforme la persona vaya creciendo hay que ir haciendo la transición con la administración de inhibidores que lo/ la ayudarán a realizar el cambio de género.

INICIAN JUICIO. Miriam y Roberto procedieron a un juicio; impugnaron ante el Registro Civil para solicitar el cambio de nombre y género; y hoy Germán, con 11 años, ya cuenta con su acta corregida, con su nombre y géneros correctos.

Infancia de princesa. Míriam Ángel, fundadora del Grupo Familias por la Diversidad Sexual explica que la identidad de género se establece a los cuatro años de edad, pero a medida que los niños transexuales maduran y experimentan la crítica de sus pares, supriman o disimulan sus conductas para poder pasar desapercibidos”.

Tal fue el caso de Salvador Omar, quien nació varón y hoy es Dora Omara, de 26 años. Dora se supo niña desde pequeña pero lo ocultó por la presión social.

Salvador continuó su carrera y decidió hacer la transición justo a la mitad de la licenciatura. “Primero me documenté y decidí hablar con mis padres para decirles que haría el cambio de identidad. Necesité mucho valor para decirlo. Llevó tiempo que lo comprendieran. Fui a la Clínica Condesa que atiende a la población transexual, y estoy en proceso de hormonización (cambio de los órganos a través del uso de hormonas); llevo también un tratamiento médico y sicológico. Hoy, por primera vez en 20 años, vivo la vida que siempre quise, como una mujer”, comenta.

Actualmente todos sus documentos ya aparecen con su nombre como mujer de manera legal e inclusive su título profesional lo recibirá próximamente como Dora Omara.

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