Todo listo para el Viacrucis de Iztapalapa

Euridice Garavito

Su nombre es Iván Pedro Estrella Mosco y es originario de San Pedro, Iztapalapa. Es el segundo de tres hijos, tiene 24 años e interpreta a Jesucristo en la 175 representación de La Pasión.

Para Iván, representar a Jesucristo significa una gran responsabilidad y un honor que asume con amor y fe; logró obtener el papel, luego de seis intentos, aunque desde niño ha partícipado en la representación; a los nueve años, actuó de soldado romano, después fue nazareno y en el 2013 interpretó al apóstol Tadeo. Así nació su inquietud por aspirar al papel de Cristo. “Me siento muy orgulloso y bendecido, como varón iztapalapense es un sueño”.

Iván es empleado bancario, aunque tiene carrera trunca en veterinaria, presume que uno de sus pasatiempos favoritos es cuidar de sus cachorritos. Para representar el papel es necesario ser originario de alguno de los ocho barrios de la delegación. Medir más de 1.75 metros, ser soltero y sin compromisos, no estar tatuado, ni perforado y poder solventar los gastos que la recreación religiosa exige, el segundo filtro es una prueba de lectura y por último una ronda de preguntas y respuestas que realiza el Comité a los aspirantes.

A Iván lo apoyan sus familiares, a pesar de que el pasado viernes falleció su abuelo de quien esperaba sus bendiciones y amor para cumplir con la misión que le fue encomendada en esta Semana Santa. Sabe que su actuación llena de orgullo a su familia y es por sus tres sobrinos que no claudica, pues espera ser un ejemplo para ellos, ya que él es el primer varón de su familia en representar a Cristo.

La vida de Iván cambió el 14 de enero que fue elegido para el papel central. A partir de entonces se ha preparado con entrenamientos matutinos para fortalecer las piernas y hombros que cargarán la cruz de 95 kilos a lo largo de 2 kilómetros bajo los retos que el clima impone.