Depa de miss, culpable del derrumbe en Colegio Rébsamen

David Fuentes

La tragedia del Colegio Enrique Rébsamen, donde 19 niños y siete adultos murieron el pasado 19 de septiembre, se pudo evitar. Una serie de peritajes que realizaron especialistas de la Procuraduría capitalina revelaron que el penthouse que Mónica García Villegas, “miss Mónica”, mandó construir en el cuarto nivel provocó el derrumbe de una parte del plantel educativo.

A este departamento, que tenía un peso de casi una tonelada, “miss Mónica” le agregó porcelanato, en algunas secciones granito y la tina de baño, materiales que la estructura original no soportó durante el movimiento telúrico, por lo que el edificio se desvió hacia la parte donde los alumnos, maestros y empleados se concentraron precisamente para salvarse de un derrumbe.

Los dictámenes explican las conclusiones a la que llegaron 17 peritos especialistas en arquitectura, fotografía y construcción, en las cuales se revela que el departamento tenía un peso total de 976.50 kilogramos y que los castillos de la estructura original no fueron construidos para soportar todo este excedente que la directora mandó a edificar.

Asimismo, se encontraron rastros de porcelanato hasta cinco metros de donde estaba la construcción, lo que provocó un mayor daño. Los peritos hicieron énfasis en que la construcción no se derrumbó hacia abajo, como regularmente sucede en los edificios viejos.

CONCLUSIONES. Las conclusiones a las que llegaron los peritajes fueron cuatro; en dos de estas se destaca que los castillos tenían una dimensión inferior a la estructura añadida, es decir, no soportaron el cuarto piso de casi una tonelada; además, no tenían una buena cimentación de origen, lo que provocó el colapso al deslizarse 10 centímetros de donde fueron instalados.

Las otras dos se concentran en la losa del departamento de “miss Mónica”, donde se colocaron una encima de la otra, aunado al porcelanato, lo que incrementó el peso del último nivel; de hecho, se establece que la estructura era tan débil que ni siquiera soportaría un sismo de cinco grados, pues quedó sensible con el primer movimiento telúrico de septiembre.