¡festeja!

Escápate a estos lugares turísticos en Navidad y Año Nuevo

Dale, dale, pero directo al pueblo que elabora piñatas desde el siglo XVI y otros fantásticos sitios

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Al día 24/12/2017 20:32 Redacción Actualizada 16:11
 

Inicia tu viaje hacia los invernaderos de Amecameca y Cuernavaca, donde te perderás en un laberinto inglés de la hacienda que alguna vez habitó Sor Juana Inés de la Cruz.

Después, vete por las esferas a Tlalpujahua. Visita los talleres y la “casa” de Santa Claus. Te vas a sorprender con los precios: ¡hay piezas desde un peso! 

En la religión católica, la piñata en forma de estrella con siete picos representa la lucha del hombre contra los Pecados Capitales. Sus colores brillantes hacen alusión a la tentación del demonio y para acabar con ella, debe romperla con un palo de madera. La fruta que cae simboliza los dones y regalos celestiales por haber vencido al mal.

La flor de nochebuena se conoce desde la época de los aztecas. Ellos la bautizaron como cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita”. La planta era utilizada como pigmento y remedio medicinal. Algunos indígenas también la ofrendaban a Tonantzin, la diosa de la tierra.

BRINDIS EN ZACATLÁN

Zacatlán de las Manzanas no podía faltar en nuestra guía navideña. El pueblo es de los mejores productores de sidras y otros licores sabrosos para las fiestas venideras.

Si te atrapa la noche, te recomendamos un hotelito situado al borde de una barranca y rodeado por cascadas. Al día siguiente, vete a cabalgar por el Valle de las Piedras Encimadas, un parque creado por la fuerza del viento. 

NO PIERDAS EL TINO EN ACOLMAN

Dale, dale, pero directo al pueblo que elabora piñatas desde el siglo XVI y donde también se realizó la primera posada, nos referimos a Acolman, en el Estado de México.

La empresa REC Recorre y Descubre organiza cada año una escapada de ida y vuelta para visitar a una de las 20 familias artesanas que decoran las ollas de barro con papeles de colores y conos de cartón.

Una de las mejores partes del recorrido es que el turista puede elaborar su propia piñata, en la casa-taller del artesano. El guía explica que el origen de la piñata nació en China y fueron los frailes agustinos quienes lo trajeron a México.

Romperla con los ojos vendados, dice, significa que la “fe es ciega”. Esta parada va acompañada de una visita al antiguo Templo y Exconvento de San Agustín de Acolman, que desde 1933 fue catalogado monumento nacional. Sus arcos y paredes conservan frescos donde se interpreta la “Gloria” y el “Infierno”. 

ESFERAS ARTESANALES EN TLALPUJAHUA

Además de su herencia minera, el Pueblo Mágico de Tlalpujahua, Michoacán, se distingue por sus más de 100 talleres dedicados a fabricar esferas de vidrio soplado.

En la casa de los artesanos puedes elegir un sinfin de modelos, desde las clásicas esferas redondas hasta en forma de chupirul, de bellotas o en espiral; de un solo color, transparentes o neón.

Los precios son realmente económicos, hay piezas desde un peso. Uno de los talleres más conocidos es La Casa de Santa Claus.

Cómo llegar: por la autopista Toluca-Atlacomulco. Casetas: 242 pesos, viaje de ida. 

INVIERNO ILUMINADO EN ATLIXCO

Si te emocionan las lucecitas de colores, entonces tienes que ir a la Villa Iluminada de Atlixco, uno de los nueve Pueblos Mágicos de Puebla.

Cada Navidad, sus calles son decoradas con figuras monumentales, desde renos moviéndose y entonando villancicos, hasta un trenecito que hace paseos nocturnos, sin costo.

La instalación lumínica tiene una extensión de dos kilómetros: inicia en el zócalo y culmina en el Parque Revolución. Durante el recorrido, los visitantes también disfrutan de conciertos, un mercadillo gastronómico —incluyendo un pasillo exclusivo de cervezas artesanales— y juegos mecánicos.

Este año, Argentina es el país invitado. Prepárate para ver shows de tango y probar vino. La Villa Iluminada estará abierta hasta el 7 de enero. Dónde queda: Atlixco se localiza a 25 kilómetros de la ciudad de Puebla. Puedes llegar en autobús, saliendo desde la terminal TAPO.

NOCHEBUENAS EN CUERNAVACA

Lánzate a la capital de Morelos, de donde es nativa la flor. En el ejido de Acapantzingo es donde se encuentran los principales viveros. La compra se hace directamente con el productor.

Puedes adquirir macetas desde 20 pesos, con flores totalmente rojas, blancas o pintas. Después, te recomendamos visitar el Jardín Botánico y el Museo de Medicina Tradicional Herbolaria, ubicados en el mismo terreno.

Aquí mismo, Maximiliano de Habsburgo fincó su casa de descanso. Además, resguardan la colección de plantas más grande de México. En Cuernavaca, súbete al tren turístico y da un paseo por toda la periferia de la ciudad.

Con Información de Viridiana Ramírez

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