Al día

TRAGEDIA

“No había venido tanta muerto al panteón de Atzala”, indica Jerónimo

Asegura que jamás había vivido una tragedia similar en Puebla

21/09/2017 12:13

Édgar Ávila 

Desde hace más de un año acude todos los días al panteón de Atzala, este pequeño municipio migrante. Sin falta, se sienta frente a la tumba de su hija Sofía, que tuvo la mala fortuna de morir a los cinco años por la picadura de un alacrán.

Su nombre es Jerónimo Casarrubias y forma parte del paisaje del panteón, pero hoy todo es distinto desde su percepción: “Es la primera vez que viene tanto muerto”, dice al mirar las tres enormes fosas que se excavaron para recibir los cuerpos de 11 de las 12 víctimas que dejó el sismo en Puebla. La décimo segunda víctima descansará en Chietla.

Le encanta el trago, sobre todo al lado de aquellos que culminaron su paso por esta vida, entre ellos Sofía, su pequeñita, quien murió el 24 de enero de 2016 y cuya pérdida no ha logrado superar. 

“Desde que murió mi hija vengo diario; en la mañana, en la tarde, en la noche; vengo y le prendo su veladora”, asegura. 

Aquí en Atzala, uno de los municipios con más víctimas del sismo, no hay sepulturero, pero ni hace falta, pues para eso y para acompañar a los fieles difuntos está Jerónimo, quien divisa los hoyos y afirma que quienes descansarán ahí eran sus vecinos. 

“Vivían a media cuadra de mi casa”, suelta y señala: “Allá van a enterrar a la señora gorda con sus dos hijas, allá a Facundo”. 

En esta zona, asegura, jamás se había visto una tragedia similar como ésta, cuando la iglesia Santiago Apóstol no resistió el movimiento y se vino abajo, mientras había misa para bautizar a la niña Elideth, entonces los muertos pulularon. “Nadie puede hacer nada, ¿con quién discutimos?, ¿a quién le cobramos?”, se pregunta. Simplemente, dice, es el acomodo de la tierra, tanto petróleo y agua que le sacamos, se acomoda.

Jerónimo es un desempleado del rastro de la localidad, quizá por eso ni miedo le tiene a los difuntos, incluso se mofa y asegura: “Yo estoy por encima de ellos”. 

Se burla de los pobladores, que a su paso por el panteón en las noches salen corriendo jurando y perjurando que han visto fantasmas.

(Fotos: EFE, AP y Especial)

NOTICIAS RELACIONADAS