Diciembre suele llegar envuelto en luces, celebraciones y esa sensación de cierre de ciclo que, para muchos, resulta reconfortante. Pero cuando estás atravesando un duelo, esta temporada puede sentirse más pesada que festiva. Las reuniones familiares, los villancicos que suenan por todos lados y las expectativas de “estar feliz” pueden convertirse en recordatorios dolorosos de quien ya no está.
Si estás leyendo esto, es probable que este año la Navidad no se vea como "siempre". Y sabes qué, ¡está bien! No tienes que fingir que todo está perfecto. De hecho, la clave para transitar este mes no es "superar" el dolor, sino aprender a sostenerte mientras lo sientes. Por eso, vale la pena preguntarnos: ¿Cómo navegar este mes sin rompernos? Aquí van 5 claves que realmente ayudan.
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Aceptar la ausencia no significa hacerla más dolorosa; de hecho, la vuelve más real y más acompañable. Nombrar lo que duele es una forma de abrazarte a ti mismo. No tienes que esconder tu tristeza ni fingir que todo está bien.
Muchas veces, por miedo a hacer sentir incómodos a los demás, evitamos hablar de quien ya no está. ¡Error! Tienes que reconocer la silla vacía.
En lugar de pretender que no pasa nada, puedes decir: "Sé que estas fiestas son diferentes sin [Nombre], y lo extraño mucho". Esto abre la puerta para que otros también puedan recordarlo y acompañarte en tu sentir. Es un acto de valentía y amor propio.
¿Te parece demasiado organizar la cena? Pide comida. ¿No quieres ir a la reunión familiar? Manda un mensaje amable y quédate en casa con una manta. No tienes que celebrar "como siempre". Date permiso de hacer menos o de hacerlo de una manera completamente distinta y más simple.
En medio del torbellino de compromisos, compras y música festiva, la sobrecarga emocional es algo completamente normal. Tu cuerpo y tu mente te pedirán un break, y debes dárselo sin culpa.
Diciembre puede ser abrumador incluso sin duelo; con él, la carga es doble. Si necesitas detenerte, hazlo. Respira, sal a caminar, cambia de ambiente. A veces cinco minutos de silencio valen más que cualquier fiesta.
Hablar de la persona que murió, encender una vela o colocar una foto en un rincón especial no es retroceder, es honrar el amor que sigue ahí, aunque la presencia física ya no esté. El recuerdo también puede ser un refugio.
El duelo no significa que el amor se fue, solo que la relación física terminó. El amor no desaparece en diciembre.
Este es el punto más importante. Por favor, sé amable contigo. No te fuerces a sentir alegría. Si tienes ganas de llorar, llora. Si tienes ganas de estar en silencio, hazlo.
No fuerces una alegría que no sientes. Ser auténtico también es una forma de celebrar, cada emoción tiene su lugar y diciembre no cancela tu proceso.
A veces pensamos que este mes exige estar bien, pero en realidad se trata de sostenernos como podamos. Si lo estás intentando, ya estás haciendo muchísimo. Ningún duelo se vive igual, y no hay un modo correcto de pasar diciembre, solo el que te permita avanzar un día a la vez.
Busca apoyo profesional si lo necesitas, pero mientras tanto, respira. Estamos contigo.