Los grupos criminales de la Tierra Caliente de Michoacán se embolsan al año alrededor de 3 mil 600 millones de pesos por la extorsión a productores y empacadores de limón del Valle de Apatzingán, según estimaciones de citricultores y autoridades estatales.
Lo anterior, sin contar la cuota que cobran a carniceros, polleros, abarroteros, gasolineros, tortilleros, papayeros, mangueros, panaderos, y a los que venden materiales para la construcción y transportan insumos a la región dominada por Cárteles Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Al año se producen más de 900 mil toneladas de limón, principalmente en los municipios de Apatzingán, Buenavista Tomatlán, Parácuaro, Aguililla, Tepalcatepec y Múgica, y las organizaciones delictivas como Los Viagras, Blancos de Troya, CJNG, Caballeros Templarios, Cártel de la Virgen y el Cártel de Tepalcatepec cobran dos pesos por kilo de limón cortado y la misma cantidad por cada kilogramo que se empaqueta para su comercialización.
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Tan sólo en Buenavista Tomatlán, con mayor producción de cítricos en el país, se generan unas 286 mil 260 toneladas anualmente, lo que convierte a la localidad colindante con Jalisco en el epicentro de la extorsión de células criminales, que desde hace años mantienen al sector productivo asolado.
Productores y empresarios consultados por esta casa editorial, quienes solicitaron anonimato, aseguran que las cuotas y cobros de piso del crimen organizado representan entre 60% y 70% de sus utilidades anuales.