Un celular casi derretido comenzó a sonar en medio de los escombros que dejó la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa. Un elemento de Protección Civil se percató y atendió la llamada: al otro lado de la línea estaban los familiares de Ana Daniela Barragán Ramírez, preguntando por ella.
La joven, de 19 años, viajaba en un taxi de plataforma, cuando la pipa de gas cargada con 49 mil 500 litros estalló.
En el lugar del siniestro hallaron una mochila con sus pertenencias, entre estas una credencial de estudiante de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, de la UNAM.
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A más de 12 horas de la tragedia, su familia no logra localizarla en ningún hospital. Su nombre tampoco aparece en la lista de personas heridas e ingresadas a nosocomios, difundida por el Gobierno de la CDMX.
Pese a que sus seres queridos han pasado las últimas horas compartiendo fichas con el rostro de Daniela, no han obtenido respuestas favorables que ayuden a dar con su paradero.
“Seguimos sin información real de Dani. Ayudemos a llegar con contactos en Cruz Roja, IMSS, ISSSTE. Ya fuimos a todos los hospitales y nada”, escribió en una publicación Erika Toledo, prima de Daniela.
A través de un comunicado la UNAM informó que ya se contactó con la familia para brindarle el acompañamiento necesario.
“Desde que se tuvo conocimiento, por lo informado en medios de comunicación, de que una integrante de nuestra comunidad resultó afectada en el lamentable siniestro en el Puente de la Concordia, se estableció contacto con sus familiares, a quienes, se ha expresado nuestra solidaridad y respaldo institucional”.