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Pequeños aburridos: ¿Cómo el aburrimiento beneficia a los niños en su aprendizaje?

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Pequeños aburridos: ¿Cómo el aburrimiento beneficia a los niños en su aprendizaje?
Contrario a lo que nos dice el sentido común, el aburrimiento es bueno para las infancias, ya que los ayuda a desarrollar habilidades de planificación, resolución de problemas y creatividad>>


Mamá, estoy aburrido” es una de las frases que más ansiedad provoca entre los padres, en especial porque casi siempre surge cuando los adultos están metidos en alguna actividad.>>

Y esa crisis de atención y paciencia, que suele resolverse rápidamente con un teléfono conectado a internet, en realidad se trata de de un momento de “estado natural”, como lo llaman los especialistas, fundamental para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños.

La doctora Stephanie Lee, psicóloga clínica del Child Mind Institute, explica que el aburrimiento fortalece la tolerancia a experiencias menos placenteras, una habilidad esencial para la vida adulta. "No es divertido estar aburrido, pero la vida requiere que manejemos nuestras frustraciones y regulemos nuestras emociones cuando las cosas no salen como esperamos", señala.

Además, genera habilidades importantísimas como la capacidad de planificación, resolución de problemas y organización.

Los especialistas del CMI recomiendan a los padres adoptar un enfoque proactivo ante el aburrimiento infantil. Sugieren crear, junto con los niños, un menú de actividades que combine ideas de padres e hijos. Pero lo importante es que este listado debe estar disponible antes de que surjan las alertas de “papá, estoy muy aburrido, préstame tu teléfono".

Según las investigaciones del CMI, hay que establecer “tiempos aburridos” realistas según la edad de cada pequeño: 15 minutos para preescolares, 30 para los de primaria y hasta 50 para los de secundaria.

La tarea para los papás es distinguir entre aburrimiento genuino y búsqueda de atención. Cuando los niños rechazan sistemáticamente todas las opciones, probablemente buscan que sus papás se acerquen e interactúen directamente con ellos: “La recomendación es mantener conversaciones breves y concretas, ofreciendo dos opciones y estableciendo límites de tiempo”, explica Lee.

La especialista recomienda responder al "me aburro" con entusiasmo, transformándolo en una oportunidad de crecimiento: "¡Qué bien! Veamos qué puedes hacer”, seria la respuesta ideal.

El objetivo de enfrentar el aburrimiento con esta perspectiva es ayudar a los niños a desarrollar independencia y capacidad de agencia sobre su propio bienestar. “El manejo adecuado del aburrimiento contribuye a formar adultos resilientes, creativos y capaces de resolver problemas”, concluye la especialista del CMI.

“El mensaje central para los padres mexicanos es que el aburrimiento no es un enemigo a vencer, sino un aliado en el desarrollo infantil. La clave está en proporcionar herramientas para manejarlo constructivamente, permitiendo que los niños desarrollen habilidades esenciales para su futuro”.

 

El psicólogo Sandi Mann, autor del libro “La ciencia del aburrimiento: por qué el aburrimiento es bueno”, propone tres herramientas para sacar lo mejor de esos momentos críticos para los más pequeños:

1. Deja que se aburran. Nos espanta que nuestros hijos se aburren porque creemos que es un signo de que hemos fracasado como padres, pero en realidad es al revés: estamos fracasando como si no dejamos que se aburran.

2. Limita el tiempo de pantalla y computadoras. Los niños deben aprender a entretenerse con su propia imaginación, curiosidad y creatividad. No permitas que los dispositivos erradiquen esa parte de su crecimiento.

3. Proporciónales formas para sobrevivir al aburrimiento. Dales ropa para que se disfracen u objetos para hacer manualidades. Cualquier cosa que puedas encontrar por ahí.

"Necesitan hacerlo de forma activa; necesitan usar su propia imaginación. Esto los hace más tolerantes con el aburrimiento, les ayudará a poder concentrarse más y a desarrollar su propia creatividad

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