REBELIÓN: Al sur de la Ciudad de México, se complican las cosas para los morenistas porque, según dicen, se incumplen algunos acuerdos políticos; cuentan que el alcalde de Milpa Alta, Octavio Rivero, armó tremendo berriche y acusó a varios funcionarios de la administración anterior ante el órgano de control interno, y como el que acusa tiene la obligación de comprobar, podría venirse un dura confrontación porque el problema para el partido es que nadie pone orden; incluso, Rivero ha tenido reuniones con liderazgos en la Jefatura de Gobierno para tratar estos temas, pero el funcionario no cede y continúa ‘pateando el pesebre’. 

Al interior del partido, ya vieron la recurrente indisciplina de los morenistas en alcaldías como Xochimilco y Cuauhtémoc, a las que ahora se suma Milpa Alta, con el riesgo de que se riegue por toda la capital. 

Cuidado, porque el hilo se rompe por lo más delgado y la influencia que tiene la política local en la nacional es mucha.

ALCALDESA SE BLINDÓ: Para garantizar su seguridad, la exalcaldesa de Naucalpan, Angélica Moya Marín, gastó más de 14 millones de pesos, pues rentó un cuerpo de seguridad privado para ella, sin utilizar el servicio de los policías que tenía contratados el ayuntamiento; además, ahora se sabe que Moya Marín compró vehículos blindados para ella y su excomisario de seguridad, mismos que ahora serán vendidos y lo que se gane se utilizará para asfaltar al menos una calle. 

La nueva administración, encabezada por Isaac Montoya, calificó de “aberrante e insensible” al gobierno de Moya Marín porque con el dinero que gastó en su seguridad puedo adquirir patrullas, ambulancias o camiones de basura que le hacen falta al municipio. 

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