“Siento que la tradición se está perdiendo, porque en años anteriores toda esta calle se llenaba de puros calzones de ese tipo y ahorita solo somos dos puestos, hasta donde he visto que los vendemos”, comentó Javier, quien atiende un puesto de venta de ropa interior sobre esta vialidad desde años y afirmó que la venta de estas ropas en específico ha bajado.
En los puestos que sí venden esta ropa interior se pueden encontrar calzones desde 20 pesos, bikinis o tangas a 90 pesos las tres piezas o calzones tipo “cachetero” de mayor calidad a 50 pesos la pieza, además de otro tipo de lencería, como brasieres rojos o amarillos desde los 60 pesos, con tallas desde chica hasta extragrande.
Además, hay otro tipo de variedades más exóticas como tangas con forma de elefantes, unicornios, chiles o de distintos personajes, como Santa Claus, Mickey Mouse, de los Pitufos o del Grinch también de colores rojos y amarillos a 100 pesos y en distintas tallas; aunque estos se encuentran en tiendas más especializadas, por lo regular.
“Pues usualmente los usamos mi pareja y yo para año nuevo, pero es más como parte de una tradición entre ella y yo. La verdad, luego hay buenos y malos años en lo económico o en la relación ya sea si los uso o no, ¿Pero queda intentar no?”, comentó uno de los clientes que compró un par de chones en Correo Mayor.
En los mercados de La Merced o Jamaica se pudo observar puestos ofreciéndolos en cantidades mayores los calzones, aunque sus locatarios también afirmaron que su adquisición ha bajado.