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Esta palabra se entrelaza naturalmente con "polarización", que describe el clima político del periodo electoral, donde las diferencias ideológicas y visiones contrastantes del país se han manifestado con particular intensidad, en especial desde las conferencias mañaneras del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
En el ámbito de seguridad, "culiacanazo", "narcobloqueos" y "militarización" forman una tríada que narra la compleja relación, por acción u omisión, entre el Estado mexicano y el crimen organizado. Los eventos de enero en Culiacán establecieron un precedente que reverberó a lo largo del año y hasta llegar a la pelea, de casi 100 días, entre “mayos” y “chapitos”, mientras que los narcobloqueos continuaron siendo una táctica de intimidación, y la militarización persistió como estrategia gubernamental con la fusión constitucional de la Guardia Nacional y la Sedena.
La crisis ambiental y de recursos está representada por "sequía", "desabasto" e "hidrocarburo". Esta última palabra cobró especial relevancia con la crisis del pozo contaminado en la Ciudad de México, añadiendo una capa adicional de complejidad política a los desafíos ambientales que enfrentamos en la capital del país.
"Hidrocarburo", tradicionalmente un término técnico, se transformó en una palabra cargada de significado social y político tras la aparición y solución de esta crisis.
En el terreno económico, "nearshoring", "inflación" y "remesas" dibujan un panorama de las dinámicas económicas del período. Estas palabras reflejan tanto las oportunidades de desarrollo como los desafíos que enfrenta la economía mexicana, y la dependencia creciente a lo que nos mandan desde Estados Unidos los familiares migrantes.
"Feminicidio" y "migración" completan el cuadro, representando desafíos persistentes en materia de derechos humanos y justicia social. Estas palabras nos recuerdan que, más allá de los avances históricos como la posibilidad de una presidenta, México continúa enfrentando retos fundamentales en la protección de grupos vulnerables.
“Tricampeón” se cuela de último minuto entre las candidatas de este 2024, sólo porque frases como “ódiame más” no participan.
(Foto: Imago7)
Este jueves 19 de diciembre, la Fundación del Español Urgente (Fundéu RAE) anunciará cuál es la palabra del año, a partir de temas relevantes para la sociedad, la tecnología, el medio ambiente y la cultura, con una fuerte inclinación a lo visto, leído y escrito en Europa.
La selección final de las 12 candidatas incluye “alucinación”, como parte del uso cada vez más extenso de la inteligencia artificial; “Dana”, el acrónimo que describe a la Depresión Aislada en Niveles Altos, término que cobró gran relevancia debido a los fenómenos climáticos extremos que afectaron España.
También están “fango” (asociada a inundaciones y deslaves, pero también a situaciones turbias o corruptas), “gordofobia”, “inquiokupa” (combinación de "inqui”, de inquilino, y "okupa”, para referirse a personas que, tras alquilar una vivienda, se niegan a abandonarla al término del contrato), “mena” (menor extranjero no acompañado, que se da en el contexto de la migración), y “micropiso”, que se refiere a viviendas de dimensiones muy reducidas.
“Narcolancha”, “pellet”, “reduflación”, “turistificación”, y el omnipresente “woke”, que intenta describir una actitud de alerta ante las injusticias sociales, especialmente las relacionadas con el racismo, el sexismo y otras formas de discriminación, son las 12 palabras que tratan de ofrecer una panorámica de los temas que marcaron la agenda mediática en español durante 2024.

(Imagen IA)