POR CINTHIA GARCÍA
De acuerdo con Ruth Balbuena, comerciante del bosque, “hace más de 40 años uno de los vende dores se animó a realizar los chan guitos, los cuales de inicio eran de esponja y no aventaban agua, con el paso del tiempo el creativo hombre los perfeccionó
“Esto fue a partir de que, cuando se remodeló el zoológico, cuando estaba María Elena Hoyos, se cerró el zoológico y pasamos casi cuatro años sin comercio; entonces, el señor dijo:
‘Yo puedo. Le sugerimos cómo podía hacerlo (...) y sí, lo logró y ha sido el éxito de todo el bosque”, dijo.
La necesidad hizo que cada uno de los comerciantes de Chapultepec se las ingeniaran para realizar este emblemático animalito, que es utilizado principalmente en la cabeza de niños, adultos y hasta mascotas.
(Fotos: Paola Reyes)
Se prohíbe el acceso al museo con ellos, porque lanzan agua y pueden dañar las obras,muebles y demás artículos expuestos. Al entrar al recinto hay que dejarlos con los oficiales, recibir una ficha y recogerlos a la salida.
Esta situación parece novedosa, pero no es así, porque desde hace años, si no es que hasta décadas, existen los guardarropas afuera del Zoológico de Chapultepec y también al pie del Castillo.
Esos puestos ofrecían el servicio para guardar bolsas, juguetes, triciclos, balones, pelotas, bicicletas, patines,mochilas y más, pero a cambio de una cuota, ya que la entrada a ambos recintos tiene algunas restricciones por seguridad de los objetos expuestos y para salvaguardar la integridad de los animales.
Los precios por cuidar tus pertenencias varían según la cantidad y volumen de los objetos, pero puede ir de 20 a 50 pesos o más.