En las aceras de la concurrida Avenida Juárez, cerca de Paseo de la Reforma, el pequeño, de entre siete y diez años, lanzó al piso algunas gelatinas que fingía vender, con la intención de atraer la atención de los peatones.
Su táctica es una especie de "truco" en el que hace creer a los transeúntes que se le han caído las gelatinas, buscando que estos le ofrezcan apoyo económico.
Sin embargo, en esta ocasión, el plan no funcionó, y los turistas y locales que pasaban a su alrededor decidieron no acercarse.
Las cámaras de EL UNIVERSAL captaron el momento en que el niño intentaba llevar a cabo su truco, pero al notar que su estrategia no daba resultados y que estaba siendo grabado, el menor reaccionó de manera inesperada.
Al darse cuenta de la presencia de la cámara, el pequeño comenzó a recoger rápidamente los restos de gelatina del suelo, lanzándolos de nuevo a su cubeta. No conforme con eso, el niño hizo varias señales obscenas con el dedo a la cámara antes de huir de la escena.
La curiosa escena en la Avenida Juárez se volvió un momento llamativo para quienes pasaban cerca. Los transeúntes, muchos de ellos disfrazados, observaron con sorpresa el intento fallido del "niño de las gelatinas", y algunos incluso comentaron lo peculiar de la situación.
Este tipo de escenas se han vuelto comunes en zonas turísticas del Centro Histórico, especialmente durante fechas festivas como Halloween y Día de Muertos, cuando la afluencia de visitantes es mayor y muchos buscan obtener alguna ganancia.
La noche de Halloween en el Centro Histórico de la Ciudad de México se caracteriza por el ambiente festivo y la presencia de personas disfrazadas que buscan disfrutar de las celebraciones. Sin embargo, también es un momento en el que ciertos vendedores y personas en situación vulnerable intentan aprovechar la afluencia de gente para obtener ingresos.
Las autoridades han pedido a los ciudadanos y visitantes que tomen precauciones y, al mismo tiempo, han intensificado la vigilancia en lugares concurridos para mantener el orden durante estos eventos masivos.
El "niño de las gelatinas" es solo un ejemplo de las historias que surgen en el Centro Histórico durante noches como Halloween, donde la creatividad y el ingenio se combinan con el deseo de ganar un poco de dinero extra.
Aunque esta vez su intento no funcionó, su actuación sigue siendo un reflejo de las dinámicas que ocurren en la Ciudad de México, una de las metrópolis más vivas y variadas del mundo.