Los microsismos, esos menores a cuatro grados, son comunes. Desde 1928 se sabe de su ocurrencia y en 1974 comenzaron a medirse. Cada año, según el Sismológico Nacional se presentan unos 15 mil temblores de ese tipo, la mayoría imperceptibles, y no hay razón científica para considerar que antecedan a uno mayor.
Conocimiento y conciencia de lo que ocurre nos puede ayudar a enfrentar cualquier situación. En materia sísmica somos una comunidad mejor preparada y más resiliente.
Sin embargo, ¡ponte el tiro! Hay quienes son más sensibles y hasta una sirena la confunden con la alerta sísmica o enfrentan ansiedad, irritabilidad, temor o estrés luego un movimiento telúrico de cualquier magnitud.
Si te tiemblan las emociones o sabes de alguien que padezca esas sacudidas, en la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano de la CDMX, ofrecemos contención 24/7, gratis.