
(Foto: Cuartoscuro)
En el corazón de la Ciudad de México se encuentran cuadernos profesionales desde los 20 pesos, colores en 50 pesos, mochilas de hasta 200 pesos.
“Algunas cosas como plumas y lápices sí se reciclan, uniformes casi no porque se desgastan pues usan uno o dos para todo el año y, además, los niños van creciendo. Aunque sí cada día alcanza para menos”, afirma Armida, otra madre de familia que desde Tláhuac llegó hasta el centro para comprar y así, ahorrarse unos pesos.
La novedad fueron los útiles de origen chino, algunos estaban dispersos sobre un plástico en el piso, si bien algunos dudaban de la calidad, otros no se fijaban en “pequeñeces” pues al final del día lo que importaba era que el presupuesto alcanzara para todos, “pues los cuadernos, plumas, lápices, el juego de geometría, borradores y cosas que se desgastan y acaban rápido sí convienen, ya las mochilas, uniformes tenis pues si hay que buscar algo de mejor calidad, hay que hacer estirar un poco el presupuesto”, explica Vicky, quien aprovechó una visita a la Ciudad de México para surtir todo para sus hijos que también empiezan clase, pero en Oaxaca.

(Foto: Cuartoscuro)
Para los comerciantes establecidos los productos chinos y el comercio informal no es competencia, si bien aceptan que afuera hay productos de distintos precios, ellos apuestan por las marcas de prestigio y calidad. “Aquí hay de todos los precios, afuera creo algunas cosas pueden estar 2-3 pesos más barato, pero no hay mucha diferencia, saben que aquí hay productos de calidad y de marcas que los padres ya conocen”, dice una vendedora de una megapapelería ubicada sobre la misma calle, que dicho sea de paso, también estaba abarrotada.
“Venimos de Ecatepec, aquí si caminamos y buscamos podemos ahorrarnos unos pesos. Tengo tres hijos de primaria y eso significa comprar tres cosas de cada útil escolar que piden y por allá no encontramos nada a ese precio”, dijo Manuel quien era acompañado por sus tres hijos.
En promedio cada familia gastó de entre 2 y 3 mil pesos, todo depende del nivel educativo. El gasto, dijeron, se podría incrementar pues aún faltan las cosas “extras” que cada maestro pedirá. Los comerciantes dijeron que, por ser el último día, mantendrían las cortinas abiertas hasta las ocho de la noche.
“Apenas pudimos completar para todos. La verdad sí están caras las cosas, cada año suben y suben y el sueldo nada, ese sigue igual y así pues no alcanza, pero ni modo, es para educación y el crecimiento de nuestros hijos, todo se hace por ellos”, mencionó Arturo, padre de tres hijos.