ALMOLOYA DE JUÁREZ. —“Cada golpe que doy y cada golpe que recibo es por mi familia”, afirmó sudoroso Miguel Ángel al bajar del ring, y quien al igual que 6 mil internos más de penales mexiquenses que forman parte del programa “Knockout: No tires la toalla” han visto en el box y en la atención integral de sus emociones para “el perdón y el olvido” una forma de reconciliarse consigo mismos, su familia y la sociedad.>>
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Junto al cuadrilátero del penal de Santiaguito y entre más de
50 boxeadores, Eunice Rendón Cárdenas, experta en prevención social de la violencia y creadora del programa, indicó: “Es un programa de reinserción, de prevención terciaria, que busca que los internos salgan como mejores personas de las que ingresaron a prisión, a través de una metodología que tiene cuatro ejes”.>>
El primero “es la práctica diaria del boxeo con entrenadores profesionales, campeones mundiales, con el apoyo del
Consejo Mundial de Boxeo, con boxeadores que vienen a la cárcel a participar”, señaló.>>
El segundo eje es el perdón y la reconciliación, que consta de 12 sesiones de tres horas cada una; el tercero, la atención emocional a nivel individual, familiar y colectiva de los internos, la mayoría de ellos llenos de rencor y resentimientos.
El tema postpenitenciario es el cuarto punto. Una vez que salen hay un seguimiento y “los certificamos como entrenadores a través de la Universidad del Boxeo para darles una nueva oportunidad afuera”, destacó Rendón Cárdenas.
Mientras abraza a su familia, “Lepo” o “El Trompas”, como llaman a Rafael, de 28 años, sentenciado a 32 años de prisión por el robo de un vehículo con violencia, relató que “el box me ha ayudado a dejar vicios que tenía”. Mientras su hermana y novia lo ven “muy cambiado”.
“Llevo dos años de los 32 años de mi sentencia, pero la esperanza muere al último. El box y la esperanza es lo único que tenemos aquí. Cada golpe en el ring se los dedico a ellos y a mi familia”, dijo “Lepo”.