A plena luz del día, prevalecen personas en situación de calle que deambulan y andan al garete: algunos inhalan solvente mientras otros sacan de bolsas negras de plástico ropa, zapatos, trastes y una infinidad de menesteres que dejan en el piso y complican el paso del peatón que sale hacia la sede de la Fiscalía General de la República (FGR).
Del otro extremo, a espaldas del edificio de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX, debajo de una de las salidas, hay más de una decena de ‘casas’ improvisadas con lonas y maderos con personas fumando mariguana y algunos sujetos -que se apropiaron del espacio público- hacen guardia para prohibir el paso a quienes no son parte de su comuna.
110 metros de diámetro tienen la glorieta de Insurgentes con 17 mil metros cuadrados de áreas de convivencia.