“Hemos creído que sólo es violencia el daño directo: el que deja moretones, clavículas rotas o señales visibles; pero no, la violencia tiene muchas expresiones”, dijo la especialista durante su participación en el programa Café Expreso de la Dirección General de Divulgación de las Humanidades. “La violencia simbólica, por ejemplo, se da a través de los chistes, de las canciones, de los mensajes, de todos estos símbolos que la cultura pone a disposición y que las mujeres padecen”.
Los piropos, que pueden ser gestos, palabras o acercamientos, no se pueden justificar como costumbre cultural ni fruto del ingenio. Por el contrario, se trata de una forma de violencia que puede convertirse en preludio de violencias mayores.
Por esto, educar a niños y niñas es fundamental para que no crezcan pensando que ese tipo de agresión es normal y natural.
“La conciencia de género es un trabajo personal primero, desde casa, que crece hacia lo comunitario y lo social”, comentó la investigadora.
Siete de cada 10 mujeres de 15 años y más en México han sido víctimas de algún tipo de violencia.
Foto: (Archivo)
La activista Andrea Huelga ha enlistado una serie de piropos que pueden cambiar la relación con las mujeres, sin violentarlas ni acosarlas, ya no involucran su físico:
- Me transmites mucha paz
- Me gusta mucho platicar contigo
- Me encanta pasar tiempo a tu lado
- Transmites una vibra muy bonita
- Me encanta que formes parte de mi vida
- Gracias por siempre escucharme
- Eres una persona muy confiable
- Admiro mucho tu forma de ser