“Esto reduce la disponibilidad de consumo para la población y deja como opción al agua subterránea, que tiene problemas no solo de contaminación, sino también de sobreexplotación del manto acuífero”, destaca el especialista.
Explica que 60% de la disponibilidad en el país es de aguas superficiales, mientras que el 40% restante está en fuentes subterráneas.