Si eres de esas personas que busca deshacerse del muñequito, aunque eso no borra tu compromiso de pagar la tamalada. Aquí tenemos una opción para darle buen uso.
Debido a que los niñitos están fabricados con polipropileno, conocido también como plástico número 5, se puede reciclar.
Esto debido a que este material es utilizado para elaborar textiles, envases, dispositivos médicos, materiales de laboratorio e incluso piezas automotrices.
Ante esto la organización Banco de Tapitas, quien se dedica a recolectar tapas de envases para apoyar a niños con cáncer, ha lanzado una campaña para “adoptar” a los bebés de las roscas para reciclarlos y con los recursos generados seguir manteniendo su noble labor.
Cada año se generan al menos 17 toneladas de plástico con el que se elaboran los niños por lo que este material representa un alto índice de contaminación, sin embargo, al donarlos se ayuda a la ecología y a la lucha contra el cáncer infantil.
En el Valle de México, CDMX y Edomex, hay 14 centros de acopio, a continuación te compartimos la liga para que conozcas las ubicaciones para que dejes a tus nenes de la rosca en buenas manos.