Dice que al salir del lugar pidió ayuda a unas motopatrullas que la llevaron a presentar su denuncia a la entonces procuraduría capitalina; sin embargo, fue revictimizada e incomunicada. Desconocía que su agresor había muerto a causa de la herida que le hizo.
“Al hacer la denuncia contra mis agresores, pasé de víctima a victimaria”, enfatiza. La primera versión que dieron fue que asesinó a su novio por celos y venganza.
Luego, que era trabajadora sexual, que tras haber sostenido relaciones y bajo el influjo de las drogas, lo asesinó.
Con ayuda de colectivas feministas, un año y medio después lograron la absolución.
Yakiri crítica a las instituciones y el término de exceso en legítima defensa. “Esto, si lograba demostrar que había sido víctima de violencia sexual, aunque ponían en duda tu palabra”.
A 10 años, considera que las instituciones no han cambiado y siguen actuando sin perspectiva de género.
“Si alguien me hubiera enseñado antes cuáles eran mis derechos como víctima y las obligaciones de las autoridades, las cosas hubieran sido diferentes. A lo mejor, desde antes hubiéramos tenido legítima defensa, pero no era un tema del que se hablara hace diez años”, finaliza.
“Tenía cero probabilidades de salir con vida. Cuando él me hizo la primera herida en mi pecho, ahí me percaté que iba a morir”, comento Yakiri Rubio víctima de abuso sexual.
2,495 casos de trata de personas
1,147,791 casos de violencia familiar
La mujer utilizó la misma navaja con la cual su agresor la atacó para poder defenderse; estuvo en la cárcel tres meses.