Estos pueblos están pegados al cauce del río Papagayo, sin embargo, no cuentan con el servicio de agua potable.
“Este también es Acapulco, el Acapulco rural ese al que los gobernantes han invisibilizado, es el Acapulco de la pobreza. Hay tres Acapulcos: el de los ricos, en la Costera; el de los pobres, en colonias como Renacimiento, y el de la miseria, y ese está aquí”, dice Marcos Antonio Suastegui.
“Otis” destruyó sus sembradíos, el viento aplastó las plantas de maíz, de jamaica y de ajonjolí. Sus sembradíos eran su sustento, ahora no tienen nada.
Sus cosechas son las que le dan los recursos para sobrevivir. Así que esperan una escasez profunda de alimentos si no reciben apoyo, el maíz es fundamental en su canasta básica.
Sin embargo, ya están sufriendo la escasez, en los Bienes Comunales de Cacahuatepec la ayuda ha llegado muy poco. Los víveres se terminan y los pocos que se venden cuestan muy caros.
“Por una veladora para alumbrarnos, cuesta 35 pesos, un huevo 10 pesos, así no vamos a poder resistir”, dice una pobladora.