Piden un semáforo por Oasis Coyoacán; autos hacen hasta triple fila

Gerardo Suárez

En su primer fin de semana, el flujo de visitantes al centro comercial Oasis Coyoacán complicó más el tránsito, principalmente sobre la avenida Miguel Ángel de Quevedo.

Esto, debido a que en ese lugar se encuentra el acceso principal, por lo que automovilistas solicitaron la instalación de un semáforo para ordenar la zona.

En un recorrido realizado ayer por esta casa editorial, de 13:00 a 14:30 horas, se observó cómo incrementaba el número de visitantes a pie y en auto, y con ello los conflictos viales.

ZONA DE CONFLICTO. Los vehículos provenientes de la avenida Miguel Ángel de Quevedo, en dirección a Insurgentes, aumentaron el asentamiento vehicular habitual que hay antes de llegar a la glorieta del cruce con avenida Universidad, uno de los puntos más conflictivos al sur del DF. 

Dicha situación se reflejó en un avance muy lento en uno de los tres carriles de la vía, debido a que la mayoría de vehículos hacía fila para girar en un retorno situado frente a la plaza.

El mayor conflicto se vio cuando estos visitantes daban vuelta para cruzar el otro sentido de Miguel Ángel de Quevedo, pero al no acceder de inmediato al estacionamiento del complejo, obstruían los tres carriles del otro sentido de la vialidad y paraban el tránsito de quienes se dirigen hacia Tlalpan.

ORGANIZACIÓN. “Se requiere un semáforo para dar vuelta y permitir pasar a los que entran al centro comercial porque sí se pone difícil”, dijo David Osorio, automovilista que hizo dicha maniobra para entrar al establecimiento.

A las entradas vehiculares de la plaza, ubicadas tanto sobre Quevedo como Universidad, fueron colocados trabajadores para organizar el paso simultáneo de peatones y el acceso y salida de autos al estacionamiento, pero no pudieron evitar taponamientos viales.

En el caso de la entrada por Universidad, se observó que el problema surge sobre todo cuando algunos camiones de transporte público descargan pasajeros antes o frente a dicho acceso y los visitantes tienen que rodear las unidades. 

Incluso uno de los trabajadores apostados en los accesos de la plaza comercial tuvo que solicitar a los choferes del transporte público que se quitaran cuando éstos obstruían la entrada y salida de los automóviles que intentaban acceder a lugar.