Tradicionales posadas se han vuelto 'borracheras'

En Toluca

"En el nombre del cielo, os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada..." era lo que solía escucharse durante las posadas, luego de los cantos, un poco de ponche y a romper la piñata, al menos así era desde el 16 hasta el 24 de diciembre.

Sin embargo, ésta es una tradición que se ha ido perdiendo con el tiempo, que si bien se siguen realizando las reuniones, poco tienen que ver con su sentido original, ya que los elementos tradicionales han sido dejados en el olvido y remplezados por alcohol y bromas.

A decir de Mauricio Garcés Sandoval, investigador de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), las fiestas tradicionales con motivos religiosos son ya escasas, y han dado paso a reuniones en las que se privilegia el exceso en el consumo de bebidas embriagantes.

“Las posadas actuales ya no se realizan con los elementos centrales de ella, como el rosario al inicio, en el cual cada uno de los misterios debía ejecutarse en una casa diferente y en la última las letanías con la acción de pedir posada. Se organizaban los vecinos entre dos grupos, y uno hacía las funciones de los anfitriones de la casa los posaderos, y otros acompañaban a los peregrinos en la generación de la sagrada familia” expresa.

Detalla que acto seguido debía romperse la piñata al ser una representación de los siete pecados capitales los cuales debían romperse para deshacerse de los elementos malignos, y a la vez la fruta se convertía en los dones que se recibían de Dios. 

DECEMBRINAS

Sin embargo, los jóvenes desconocen todos estos elementos y hacen de la celebración, un pretexto más para reunirse y beber rodeados de amigos.

“La verdad ya son puras borracheras locas, al menos a las que voy con mis amigos, lo del rosario no lo sabía, pero en mi casa, mi familia sí hace las posadas muy tradicionales, incluso me sé la letanía", comentó Manolo, estudiante.

Por su parte, Juan, también estudiante de Filosofía, considera que la tradición como tal no se ha perdido, pero sí se ha desvirtuado su significado original.

“El significado es que José y María visitaron varias casas antes de que naciera Jesús, me sé algunos de los siginificados, como el de la piñata, me sé la letanía. Creo que no se ha perdido la tradición, ha mutado", replicó Juan, al considerar que se ha ido adaptando a los tiempos y a las visiones de los jóvenes.

Para las generaciones de adultos, ésta pérdida de espacios ante los reventones actuales, son una prueba más de la ruptura del tejido social y de la pérdida de valores.

"¿Cuáles posadas? ya no existen, se han perdido, las nuevas generaciones no saben lo que es pedir posadas o un aguinaldo, mis hijos se lo saben porque se los inculco, pero he visto que ya nada más son un vil pretexto para embriagarse a gusto, son reuniones de puros jóvenes, pero también creo que tiene que ver el factor económico, porque ahora haces posadas y pones arbolito o comes”, añadió Iris de 44 años.

En ese sentido, incluso los comerciantes han resentido las ventas, pues aseguran que con la pérdida de estas tradiciones, les es complicado llegar a su meta de venta, sin embargo, esperan que este año repunten pues ofrecen muy buenos precios para preparar un delicioso ponche y dulces típicos de la temporada.

ACCESIBLES

“Tenemos buenos precios, la guayaba está entre 15 y 25 peso por kilo, la caña está a 15 Sí hemos visto que las posadas ya no son como antes, incluso pues nosotros ya no manejamos lo que es la colación sino puros dulces porque la gente ya no la compra para los aguinaldos. En promedio en esta temporada hacer 10 litros de ponche saldrá en 150 pesos", comentó uno de los comerciantes del Mercado 16 de Septiembre.

Finalmente, el investigador de hizo un llamado a que se reincorporen a los jóvenes y a los adultos mayores a estas celebraciones cuya finalidad es la creación de fraternidad.