También quiere dar clases de Otomí

Tejedores de palma luchan por no dejar morir su tradición

Tejedora de palma quiere enseñar su oficio pues ya casi nadie quiere seguir sus pasos

Imagen: Lilia Colín

Imagen: Lilia Colín

Al día 08/11/2016 17:00 Lilia Colín Actualizada 17:05
 

EN TOLUCA

En sus manos, Leonarda Martínez González, artesana de 56 años, lleva la responsabilidad de no dejar morir el tejido de palma, para la elaboración de sombreros, atrapanovios o chiquihuites.

 Esta mujer originaria de San Cristóbal Huichochitlán es una de las pocas personas que quedan en Toluca que realizan esta actividad, al ser muy laboriosa y mal pagada.

"Si nos morimos nosotros y se muere todo esto, ya no hay nadie que quiera tejer, ya nadie quiere enseñarse porque es una cansadera", dijo.

A los 16 años de edad, su suegra le enseñó a trabajar la palma, que mas tarde sería su fuente de trabajo, con la que se mantendría sola después de enviudar.

La necesidad de tener un ingreso para mantenerse, orilló a Leonarda a ofrecer sus artesanías de palma en las calles de Toluca, bajo el sol o la lluvia, y con el riesgo de ser retirada por los verificadores del ayuntamiento.

“Vengo a ganarme el pan de cada día, vengo a ofrecer mis sombreritos, mis canastitas, de todo, es para comer, porque todos mis hijos están casados y no tengo quien me de dinero", platicó. 

Doña Leonarda tiene un proyecto, enseñar lo sabe: tejer palma y hablar otomí. Por lo que está busca de alumnos que quieran ayudarla a preservarlos. 

 

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