Taxistas arman red de seguridad en la CDMX

Por Alexis Ortiz

¡Trae una pistola el del otro carro, la puedo ver! ¿Qué no hay nadie por aquí?", exclama Tx con los nervios a flor de piel a través de una nota de voz en WhatsApp. Sin saberlo el hombre armado, ese mensaje empieza a circular entre decenas de taxistas que han creado un mecanismo de seguridad para cuidarse de la violencia en la Ciudad de México con esa red social.

Tx no abandona su vehículo y no pasa ni un minuto cuando la nota de WhatsApp surge efecto. De un momento a otro, una lluvia de mensajes atiende el llamado del taxista: "Ya voy ya voy mi Tx", contesta alguien. “¿Un arma?", exclama otra voz. "Ni meterse, aguanta en el carro".

Entre dos y tres minutos, al menos cuatro taxis arriban a la zona donde está su compañero. Tx libra un conflicto iniciado por un pequeño choque.

En esa ocasión, el objetivo fue evitar una agresión o un robo. El mecanismo de mensajes por medio de WhatsApp ha sido implementado por la organización Código Clave 2000, fundada hace un año y que agrupa a miles de choferes en todas las áreas de la CDMX, así como algunos municipios del Edomex.

EL SISTEMA

Para mejorar su comunicación, todos los automovilistas han sido ordenados en 80 grupos ubicados en el oriente, centro, sur y norte, y cada conjunto cuenta con un grupo de WhatsApp en el que se hablan con claves que informan sexo, número de pasajeros, si es zona de riesgo, si el pasajero está ebrio, etcétera.

"La finalidad de este sistema es nuestra propia seguridad y tener apoyo porque ser taxista es un riesgo. En la Ciudad hay muchas zonas rojas y el oriente es una de las más fuertes, así como la zona norte y en la parte más alta de la zona sur", dice Miguel Ángel Fragoso, fundador de Código Clave 2000.

Comenta que al día reciben dos o tres emergencias en las cuales algún taxista se enfrenta a un robo o algún otro conflicto. 

EN MINUNTOS

El riesgo de trabajar como taxista lo ha vivido en carne propia Éric Nicolás Cabrera, quien labora hace nueve años como chofer. "En Código las unidades de apoyo pueden tardar un minuto, tres o cinco... es buen tiempo si se compara con una patrulla que se tarda hasta media hora”, explica.