En México

Damnificados por el sismo viven en una carpa y se alimentan de donaciones

Miles de afectados hicieron de la calle su hogar temporal

(Foto: Iván Stephens | El Gráfico)

Al día 04/10/2017 14:06 Actualizada 14:06
 

Cynthia Villalón y Elisa Villa Román

Durante cuarenta años, el arquitecto Jesús Rodríguez y su familia vivieron en el tercer piso de un condominio en la colonia Portales pero en menos de un minuto, el edificio se volvió inhabitable y han tenido que pasar 10 días en un campamento improvisado afuera de su departamento. 

Al igual que varios vecinos suyos, la familia Rodríguez decidió no trasladarse a un albergue, para esperar noticias actualizadas del inmueble, el cual será derrumbado.

Tras el sismo, vecinos de la colonia Portales abrieron sus casas para que los afectados pudieran asearse y descansar. “De no ser por la solidaridad de la gente, en un primer momento no hubiéramos sabido qué hacer, la sociedad civil se movilizó antes de que las autoridades”.

Un voluntario anónimo les regaló la carpa, otro les trajo una planta de luz; la ayuda llegó de todas partes. Desde el día del terremoto, se han alimentado de las donaciones de la gente.

INDIFERENCIA. “Los de Protección Civil llegaron al día siguiente, pero parecía que no sabían nada, después la delegación nos confirmó que el edificio ya no era habitable.

El sismo del 19 de septiembre, además de cobrar la vida de 225 personas en la CDMX, dejó consecuencias millonarias. Hasta ahora, Protección Civil de la Secretaría de Gobernación habla de mil 500 edificios en riesgo de colapso. Una de las delegaciones más afectadas fue Benito Juárez, donde vive Jesús y su familia, pues tan sólo en esta demarcación se derrumbaron 13 edificios y hay 24 más a punto de colapsar.

Pero no sólo en la Ciudad de México hay personas que se quedaron sin casa, tras el terremoto. En la Unidad Habitacional Piedra Blanca, en Cuautla, Morelos, María Luisa Pérez y su familia ven cómo sus vecinos parten; por miedo han dejado sus departamentos agrietados, mientras ellos viven con incertidumbre: el edificio es el único lugar que tienen para vivir desde hace 32 años. 

El departamento de María Luisa no tiene seguro. Personal de Infonavit visitó la unidad, pero sólo atendieron a quienes aún no terminan de pagar su casa. “Dicen que a los demás nos ayudará el gobierno, con el fondo de desastres”. 

Aun cuando todas las personas afectadas pudieran pagar una casa nueva, en México se requieren 7 millones de casas al año, explicó Jorge Wolpert Kuri, director general de la Comisión Nacional de Vivienda.

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