Para evitar contaminación y accidentes

Quieren festejos menos prendidos, en Toluca

Protección Civil pide a mayordomías evitar la quema de pirotecnia en fiestas patronales

Al día 03/07/2017 17:03 Actualizada 20:26
 

Michelle García 

En la capital del Estado de México, hay por lo menos 97 iglesias ubicadas a lo largo y ancho de esta demarcación, en las cuales —durante todo el año— se realizan fiestas patronales, mismas que son animadas con grandes cantidades de pirotecnia, como principal atracción a la celebración de cada santo. 

Sin embargo, por ser un material altamente peligroso y flamable ha dejado mutilaciones y muertes, pero también severos daños en el ambiente y salud.

De acuerdo con cifras del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi) , por cada iglesia de Toluca en promedio se gastan entre 500 mil y 800 mil pesos para la compra de castillos de más de 20 metros de alto, sumado a cada gruesa de cohetones que llegan a costar cerca de 5 mil pesos, que por fiesta queman entre dos o tres.

En este sentido, el director de Protección Civil y Bomberos de Toluca, Antonio Gutiérrez Vilchis, dijo que durante una explosión por falta de medidas de seguridad, ha desencadenado tragedias en algunas fiestas. 

El Director de Protección Civil de Toluca, dijo que quienes los venden, además de fabricarlos deben de trasladarlos y para ellos deben de contar con un permiso expedido por la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), encargada de certificar que las medidas de aplicación sean seguras y basadas en ciertas capacitaciones, requisitos que ni mayordomos o delegados tienen y por ende incurren en acciones ilegales.

“No los puedo capacitar o brindar orientación porque le estaría permitiendo llevar a cabo una actividad para la cual no cuenta con las licencias necesarias. Un mayordomo estaría cayendo en una irregularidad al suplantar a esas personas y encargarse de la quema”.

Para cada una de las fiestas patronales, los fabricantes de fuegos pirotécnicos deben acudir a la dependencia y notificar que fueron contratados; una vez que fue revisada su documentación se procede a inspeccionar el lugar donde se llevará a cabo la quema para adaptarlo o bien acordonar ciertas zonas y resguardar este material de forma que no provoque un accidente.

“Es una costumbre pero también un acto que no está permitido y no es seguro, que puede terminar con la vida de mucha gente”, Antonio Gutiérrez V. 

 

 

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