Jonathan Reyes, vendedor de mandarinas

Por Emmanuel Segura

Diciembre es una de las mejores temporadas para la venta de mandarinas, a pesar de que su consumo se incrementa para el 1 y 2 de noviembre y así continúa hasta el inicio de año. 

Existen más de una decena de variedades sin embargo las que más se manejas son dos, la tangerina y la satsuma, esta última es más grande y jugosa por lo que es más apropiada para la elaboración de zumos mientras que la primera es menos acuosa y más apropiada para su consumo regular.

“La tangerina es la legítima mandarina, todos los demás son injertos, esa es la más natural que se puede encontrar y es por eso que es un tanto más pequeña que el resto de las que se manejan; la manera más fácil de reconocerla es que siempre viene con hoja”, detalló Jonathan Reyes, locatario de la Central de Abasto de esta ciudad.

La temporada de la tangerina es breve, el resto del año se manejan la Fremont, reina, Mónica o Farchi así como las demás variedades. 

Hay mandarinas a lo largo de casi todo el año, junio es el único mes donde escasean; sin embargo en julio comienza a llegar nuevamente la producción.

El consumo se empieza a incrementar desde octubre, de cara al Día de Muertos, aunque en noviembre disminuye para volver a aumentar con la llegada de las festividades de Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y, una vez pasada la primera semana de enero, su demanda se normalizará.

“El producto llega Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz, estas últimas son las de mejor calidad, también llegan importadas, no obstante esas únicamente entran cuando ya no hay suficientes nacionales por lo que se recurre a las llegadas de otros países pero son pocas las que entran”, indicó el condómino.