Aguántame las carnitas, Jesusa

LEO AGUSTO

OPINIÓN 20/03/2019 08:57 LEO AGUSTO Actualizada 08:57

La senadora de Morena con cristiano nombre, Jesusa, y de apellido castizo, Rodríguez, al pueblo de México, sabed: “Recuerda que cada vez que comes tacos de carnitas estás celebrando la caída de la Gran Tenochtitlán” en 1521. Dijo la legisladora lucrando con nuestra católica culpa. Te alabamos, Jesusa.

La “dieta violenta” impuesta por el ejército peninsular eliminó la bonita tradición de cenar pozole con carne humana tlaxcalteca. “Pero no pudieron contra nuestras raíces”, dice la legisladora en ánimo de superar que ha vivido conquistada desde la cuna con semejante nombre Adelita de Hernán Cortés. Y remató: “Los españoles pusieron el cerdo y nosotros las tortillas”, ojalá alguno de sus asesores le elabore una tarjeta informativa para decirle que eso se llama cocina fusión, como el sincretismo de vestir huipiles con jeans. Ora pro nobis. 

Pero no bolsearon a Chuchita, los españoles no pudieron contra nuestras fuertes raíces y si alguien lo duda, ahí está el famoso caso de Santiago Meza, el pozolero de Tijuana, quien derritió en sosa caústica a casi 650 personas para el crimen organizado por un salario de 600 dólares americanos a la semana más prestaciones durante nueve años. 

A partir de la histórica declaración de Jesusa Rodríguez, que serán inscritas en letras de oro en la Cámara de Diputados en caso de que Morena se perpetúe en el poder, se han desatado una serie de rumores históricos que apuntan a reescribir los anales de México. Por ejemplo, se dice que la expresión “ya le dieron chicharrón” que se dice cuando alguien o algo ha sido “dado de baja”, tiene su origen en los tiempos de la Guerra de Independencia cuando el fusilado pedía chicharrón en salsa verde como su última cena. O la expresión “chupó faros”, que se utilizó por primera vez para referirse a quienes habían sido fusilados y se fumaron un cigarrillo sin filtro en el paredón antes de recibir plomo en el corazón. Recapitulando, según la cosmogónica cuarta transformación, comer tacos de carnitas significa celebrar la Conquista de México; comer pasteles, festejar la Intervención Francesa; comer chicharrón es alabar al Ejército Realista Español; al fumar, usted honra a los tiranos de la Revolución Mexicana y, por supuesto, cada vez que coma tostadas de pata estará festejando que a Cuauhtémoc le quemaron los pies. Esperemos que la legisladora Mafufa Rodríguez siga con sus lecciones de la historia culinaria de nuestro país, según su particular pienso. El humor involuntario es uno de los pilares de la cuarta transformación, mientras coma sin culpa. Palabra de Jesusa. 

Radar de lo absurdo. Miguel Barbosa sigue adelante con su obsesión por convertirse en gobernador de Puebla, ya fue impuesto como candidato de Morena que irá en alianza con el PRI del ‘góber precioso’.

Bitácora de los Ángeles del Gordo. ¡La Gran Tenochtitlán vive, la lucha sigue! La mítica ciudad azteca no cayó, mutó en una cantina que miles de parroquianos han honrado desde hace décadas en la colonia San Simón de la alcaldía Cuauhtémoc. 

@LeoAgusto

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