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Todo lo que toca Bad Bunny, de 31 años, se convierte en tendencia, dice Pablito Wilson, autor del libro ‘Reggaetón: una revolución latina’.
Le bastó apenas una década al ‘Conejo Malo’ para salir de la madriguera y dejar que lo conociera todo el mundo.
Con canciones cuyas letras fueron criticadas en sus inicios, Benito Antonio Martínez Ocasio comenzó a abrirse espacio en pequeños recintos del género urbano, que en ese momento estaba en plena efervescencia y probando nuevas narrativas.
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“La gran importancia de Bad Bunny es que se volvió tan gigante que logró convertir en tendencia un montón de cosas que, de otra manera, no lo serían, ya sea que hablemos de una salsa, de una plena puertorriqueña, incluso del debate sobre la gentrificación”, añade también el editor de la revista Billboard Colombia.
Benito fusiona trap, reggaetón, pop y ritmos caribeños, con lo que consiguió que la música urbana en español alcanzara mayor visibilidad en escenarios internacionales. Esto no sólo por su estilo irreverente, sino por su narrativa honesta y su habilidad para jugar con estéticas no convencionales.
“El hecho de que se haya convertido en un personaje tan popular, de que pueda hablar de lo que se le da la gana y que eso tenga resonancia en millones de personas, lo convierte en un fenómeno único para la música latina y mundial, además de un símbolo cultural más allá de la música”, asegura Wilson.
El boricua llega este miércoles 10 de diciembre a la Ciudad de México con ocho shows en el Estadio GNP como parte de su DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour.
