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Autoridades capitalinas derriban las palmeras canarias (Phoenix canariensis) que están enfermas o muertas en pie a causa de hongos y en su lugar plantan árboles de especies nativas del Valle de México que, a su vez, darán una nueva imagen urbana a las principales avenidas, camellones y glorietas de la Ciudad de México.
Duraznillos, framboyanes, tejocotes son algunos de los sujetos forestales que se están plantando, es decir, especies que, además de ser un “espectáculo visual” para la ciudadanía, son polinizadores, pues atraen a insectos que ayudan a la biodiversidad de la CDMX explica la secretaria del Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza.
“Se están plantando de entre tres y cinco metros, o sea, son árboles ya grandes, bien formados, cuyo posibilidad de vida es casi total, o sea no tenemos riesgo de mortalidad alta y, además, como ventaja es que muy pronto, en cuanto se enraicen y empiecen a crecer, nos van a regalar un festín floral a la Ciudad de México”, dice la funcionaria.
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En la capital, existen alrededor de 15 mil palmeras, de las cuales por lo menos 9 mil están enfermas en cualquiera de sus fases y algunas están “muertas en pie”, por lo que lo mejor que se puede hacer para evitar la propagación del hongo es retirarlas, señala.
Ante esta problemática, la administración capitalina anunció el retiro de las 9 mil palmeras con un programa que inició en septiembre pasado. De septiembre a la primera semana de diciembre se habían retirado mil 100 de distintos puntos de la capital, de un total de mil 500 que se proyectan retirar para el último día del año.
Sobre el camellón de la diagonal San Antonio, en la alcaldía Benito Juárez, se constató que ya lucen verdes algunos de los árboles que se plantaron en sustitución de las palmas canarias que fueron retiradas a principios de septiembre de este año, cuando dio inicio el programa de las autoridades capitalinas. En avenida Doctor José María Vértiz, en la misma alcaldía se plantaron árboles nativos como olmos y patas de vaca, mientras que, en lugares como Tlatelolco, se hizo el retiro de 19 palmeras, para sustituirlas por árboles como duraznillo, tejocote y arrayán.
Estos cambios implican una “nueva era” en el arbolado urbano de la CDMX, afirma Álvarez Icaza, con árboles que sí sean adecuados para las condiciones climáticas de la urbe, con capacidad de adaptarse a las grandes lluvias -como las de esta temporada 2025- o a los largos periodos de sequías.
Además, se busca evitar “el error” que se cometió en el siglo XX, de colocar una palma detrás de otra, lo que facilitó la propagación de hongos, por lo que la colocación del nuevo arbolado se realiza de forma intercalada.
EL DATO
El 80% de las palmeras canarias están ubicadas en las alcaldías centrales, principalmente en la Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y algunas más al sur, en Coyoacán. Por lo que también son estas zonas donde se encuentran los ejemplares mayormente enfermos, indica la secretaria.
“El arbolado de la ciudad nos cambia todo, no sólo la biodiversidad y no sólo el hecho de que una ciudad sea resiliente al cambio climático, prevenir inundaciones, mitigue las islas de calor, infiltre el agua, sino que también genere bienestar emocional”, mencionó Julia Álvarez Icaza, titular de la SMA
