¡Hembras salvajes e infieles!

Dentro del ambiente de las los monos gelada existe la infidelidad, pues hay algunos machos solteros y subordinados que siguen el harem de un macho dominante, y con frecuencia se presta la ocasión en que a una hembra se le antoje ser infiel. El primer obstáculo que los monos adúlteros deben superar es encontrar un sitio para ocultarse en su hábitat natural, el cual es una amplia pradera. Algunos investigadores estudiaron por tres años el comportamiento sexual de 200 monos geladas salvajes (Theropithecus gelada). Descubrieron que los geladas infieles tratan de ocultar su comportamiento a pesar de no tener espacios privados para sus romances. Esta especie hace mucho ruido al copular, pero cuando se trata de hacer algo a escondidas del líder de la manada, ellos guardan silencio y se mantienen atentos sobre la ubicación del macho alfa; las hembras infieles y el macho subordinado tienden a copular en lugares alejados, escondidos del resto de la manada.

Los científicos que descubrieron la infidelidad en esta especie son: Aliza le Roux de la Universidad de Free State-Qwaqwa, Noah Snyder-Mackler de la Universidad de Pennsylvania, Eila Roberts y Jacinta Beehner de la Universidad de Michigan. Dicha investigación se publicó en la última edición de Nature Communications, y reveló el caso de un macho que se descubrió a uno de sus subordinados con una de sus hembras, lo que hizo fue perseguir de manera violenta a la pareja para separarlos. La agresión no se interpretó como competencia directa, ya que el líder rara vez copulaba con la hembra después del ataque, sino más bien, fue una especie de castigo. Informa PijamaSurf que Thore Bergman, profesor de psicología, ecología y biología evolutiva de la Universidad de Michigan explica: “Estudiar tanto la decepción como el castigo en el medio natural, especialmente entre primates, le permite a los científicos entender mejor estrategias cooperativas y competitivas”.