Fantasmas de la Ciudad: La Llorona

Dicen que si la oyes susurrándote al oído, se encuentra lejos de ti, pero si la escuchas a lo lejos, es que está justo a tu lado

La Llorona
Viral 04/11/2013 05:11 Actualizada 11:37
 

Dicen que si la oyes susurrándote al oído, se encuentra lejos de ti, pero si la escuchas a lo lejos, es que está justo a tu lado. La Llorona, es quizá, una de las leyendas mexicanas más populares.

Es un espectro del folclor hispanoamericano, el alma en pena de una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, a quienes busca en vano.

Llora y asusta con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen, y aunque la leyenda cuenta con muchas variantes, los hechos son siempre los mismos: El alma de una mujer en pena que llora por sus hijos.

El origen

Esta leyenda surgió desde la mitología Azteca, una versión dice que se trata de la diosa azteca Chihuacóatl, protectora de la raza.

Antes de la conquista, una figura femenina vestida de blanco comenzó a aparecer regularmente sobre las aguas del Lago de Texcoco y a vagar por las colinas aterrorizando a los habitantes del gran Tenochtitlán.

De acuerdo con Inside, en “Visión de los vencidos”, libro escrito por Ángel María Garibay, asegura que los mexicas, el imperio del México prehispánico, recibieron presagios de sus dioses antes de la llegada de los españoles.

Uno de ellos hace referencia a una mujer, la Cihuacóatl o mujer serpiente, que vagaba entre las amplias calles de la Gran Tenochtitlan gimiendo y lamentándose.

“Ay, mis hijos, ¿dónde los llevaré para que escapen tan funesto destino?”, se lamentaba la mujer. Se dice que los antiguos advirtieron que la diosa Chihuacóalt aparecería para anunciar la caída del imperio azteca a manos de hombres procedentes de Oriente. La aparición constituía el sexto presagio del fin de la civilización.

Otra versión surgió en la época “colonial”, que cuenta la historia de una hermosa y joven mujer que, rechazada por el hombre que amaba, ahogó a sus hijos y luego se suicidó. Al llegar a las puertas del cielo, Dios le preguntó por sus criaturas y ella contestó: “No lo sé, mi Señor”, así que fue enviada de regreso para que los buscara.

También se dice que la llorona no es otra que La Malinche, amante y traductora de Hernán Cortés, quien se lamenta por haber traicionado a los indios de su raza, ayudando a los extranjeros para que los sometieran.

Google News - Elgrafico

Comentarios