CON VELAS, MÚSICA Y COMIDA

Habitantes de Toluca honraron a sus difuntos como cada año

Ni la lluvia ni el frío fueron impedimento para que los toluqueños pasaran la noche con sus fieles difuntos

Foto: Archivo El Gráfico

Toluca 03/11/2018 12:48 Actualizada 12:55
 

Por Claudia González

A la luz de las velas y el amarillo de las flores de cempasúchil, familias toluqueñas recordaron a sus seres queridos este 2 de noviembre.

Los casi 35 panteones delegacionales en Toluca se tapizaron de flores de todas las tonalidades y el calor de las velas, pues todas las tumbas y mausoleos albergaron a cientos de visitantes que velaron a sus difuntos. 

Los camposantos se llenaron de música, comida y fogatas con niños, jóvenes y adultos mayores, quienes se dieron cita para pasar un tiempo en las tumbas de sus madres, padres, hermanos, esposas, maridos o hijos. 

Algunas familias elaboraron mole, arroz o tacos porque “era lo que le gustaba en vida” a los difuntos. No faltó por ahí una que otra cerveza o un trago de tequila, las canciones con mariachis o de conjunto norteño que amenizaron la noche. 

Pese a que el frío nocturno calaba, los veladores del Día de Muertos lo combatieron con cobijas, suéteres y chamarras porque “lo importante es pasar un rato con ellos”, recordar cómo eran, volver a vivir lo bonito”, platicó la señora Maclovia Vilchis, quien visitó a uno de sus hermanos sepultado en el Panteón de San Pablo Autopan, al norte de Toluca. 

Doña Maclovia recuerda a su hermano Manuel como un hombre trabajador. Acompañada de sus sobrinos le trajeron pan, café y chocolate porque “no perdonaba irse a la cama sin su merienda”. Dedicado a las labores del campo y el cuidado de sus animales, Manuel falleció hace 10 años víctima de complicaciones en el corazón.

Tumbas un poco más adelante, la familia Miranda dispuso lo necesario para acompañar durante esta noche a María, esposa de Javier Miranda. Para él aún es difícil acostumbrarse a la ausencia de María. Quisiera aunque sea darle un abrazo, dice, pero debe seguir adelante pues sus peques, de 9, 12 y 15 años lo necesitan. 

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