POR IRMA GALLO
Después de haber comido sin restricciones durante casi un mes, es muy importante regresar a los hábitos saludables, y sobre todo, cuidar que nuestros hijos lo hagan. Pero, seguramente estarán de acuerdo conmigo, mamás y papás, que esto no es fácil, por muchos propósitos de año nuevo que hayamos hecho.
El desayuno, como sabemos, es el alimento más importante del día. Mi primera recomendación es que no lo saltemos, pero entiendo que a veces las prisas por salir a tiempo para no llegar tarde a la escuela y al trabajo, no permiten que tomemos este combustible indispensable como debe de ser. Por esto mismo, el lunch (la segunda comida que harán nuestros niños) debe ser lo suficiente balanceada como para compensar un desayuno deficiente.
Antes de darles algunas ideas básicas, acá van un par de datos que no está por demás repetir para entender la importancia de que nuestros hijos gocen de una buena alimentación:
Según la UNICEF, “En el grupo de edad de cinco a catorce años, la desnutrición crónica es de 7.25% en las poblaciones urbanas, y la cifra se duplica en las rurales. El riesgo de que un niño o niña indígena se muera por diarrea, desnutrición o anemia es tres veces mayor que entre la población no indígena”.
Y eso no es todo:
“La otra cara de los problemas de nutrición lo conforma la obesidad infantil, que ha ido creciendo de forma alarmante en los últimos años.
Actualmente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo en obesidad en adultos”.
¿Qué tipo de alimentos debe tener un lunch balanceado?
Es muy sencillo, y en cuanto los lean se van a dar cuenta de lo fácil que es preparar lunchs saludables a partir de esta fórmula:
1 proteína + 1 fruta o verdura (mejor, una de cada una) + grano o cereal + bebida (SIN AZÚCAR AÑADIDA).
