Texcoco vive, el bono sigue

LEO AGUSTO

OPINIÓN 19/12/2018 09:22 LEO AGUSTO Actualizada 11:22

Los mercados internacionales no han entendido la llamada “nueva moral pública” del gobierno obradorista. Sin embargo, el Presidente comienza a entender los enormes costos económicos que tendría cancelar por decreto la obra del aeropuerto de Texcoco. Una mayoría de los bonos emitidos por el gobierno mexicano pasaron ya a manos de “fondos buitres” que esperan pacientes para demandar en busca de una millonaria indemnización.

Entonces, viene el diálogo entre los tenedores de bonos y el gobierno, mientras la obra continúa en cámara lenta, porque el gabinete económico de AMLO sabe que la mejor opción para las partes es construir el aeropuerto en Texcoco. Una señal clara es el escaso presupuesto público destinado para la obra de Santa Lucía, menos de mil millones de pesos. Con esa cantidad no alcanzaría ni para echarle una capa de chapopote a las dos pistas de aterrizaje y despegue. 

En las próximas semanas, vendrá la rectificación del gobierno ya que ha sido difícil mantener la idea de un aeropuerto tan et éreo como el de Santa Lucía, mientras las tarifas de los usuarios pagan los costos de una ocurrencia donde los aviones se repelen en el aire. 

Periscopio. Tras el desencuentro entre AMLO y la ANUIES, López Obrador comenzó con la estrategia beisbolera. Las universidades públicas y autónomas protestaron por el recorte presupuestal, luego el secretario de Hacienda cuestionó la transparencia universitaria y puso como ejemplo a las instituciones involucradas en la llamada “estafa maestra”, al tiempo que comenzaron a salir “voces” de estudiantes que piden revisión de privilegios a los altos funcionarios y rectores. ¡Auditoría a Universidad Pedagógica Nacional, ya!”, clama una joven estudiante en redes sociales, previa aclaración de que ella (como tú, amiguito) está en contra del recorte a la UNAM.

Ayer, AMLO conectó de hit con la apertura de la escuela normal rural del Mexe, Hidalgo, cerrada hace diez años por el entonces gobernador Miguel Ángel Osorio Chong. ¿Qué hará el bullpen?

Radar de lo absurdo. El periodista Federico Arreola no encuentra la columna complaciente que le permita ‘colarse’ en los primeros círculos del grupo Monterrey, tan cercano al más influyente asesor presidencial Romo, pero ahí no quieren al periodista que, en su momento, fue servil con el gobierno de Peña Nieto. Vamos, ni en el grupo Barón de Apodaca lo ‘fuman’. En los corrillos del grupo Monterrey ya le dicen ‘el apestado’. 

Bitácora de los Ángeles del Gordo. Qué bueno que Porfirio Muñoz Ledo haya sido el testigo de honor en la derrota histórica del PRI durante la entrega de la banda presidencial pero su avanzada edad y su estado de salud no le permiten presidir un debate legislativo tan acalorado como el económico. Lamentablemente, Dolores Padierna no pudo calmar los ánimos ayer en San Lázaro. El coordinador de Morena, Mario Delgado, debería impulsar un perfil capaz de conducir institucionalmente el pleno de diputados y despedir entre aplausos al líder histórico.

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