"Completamente humedecida y sensible, cada arremetida de su vaivén me conectaba una descarga de sensaciones que me recorrían toda la piel, todas las entrañas"
"Podía sentirlo muy adentro, tan duro como un roble, pulsando y a punto de estallar. En eso me agarró fuertemente por la cintura y lo echó todo en un último movimiento devastador"