Hubo un tiempo en que me besabas como si en ello hubiera alquimia, la fórmula para conservarte bella, la magia que te rejuvenecía
Escribo estas líneas con dedos titubeantes, con la tristeza en la ventana, intentando recordar la sonrisa de los que se han ido.
Llevo una máscara antigases en esta urbe decadente y escribo con ardor de garganta, con estos dedos tristes como pájaros muertos sobre la banqueta
Necesito una limpia con mezcal y unos tragos de ron Matusalem para curarme las reumas de este pinche corazón que parece escarabajo
Que mis manos hablen kilómetros, que mis labios aticen el fuego y que nos calcinen los deseos
Tantos sueños que van a parar al Monte de Piedad. Y aquel abuelo con las rodillas oxidadas maldice la fila para cobrar su pensión.
Una alerta en tu celular indica que tu Facebook tiene un like, pero el mensaje que esperas nunca llegará
Lo más sencillo es fingir que eres un tipo duro, cuando la vida te gana por nocaut en los primeros rounds
Joaquín Sabina tiene toda la pinche razón cuando dice que no quiere 14 de febrero ni cumpleaños feliz.
Hay que intervenir cuando veamos a alguien en peligro. No se sigan de frente, hagan paro, sumen esfuerzos, pónganse chingones para las cosas importantes