Benjamín Berrugandi

16/01/2016

Maritza: Mi perdición

“Abrió las piernas y, muy despacio, se subió el camisón hasta que fue visible el pelaje suave de su entrepierna”

02/01/2016

Vivían una locura carnal

El rostro del hombre, a su vez, estaba hundido entre las piernas bien dotadas de una morena que se retorcía de placer