Pensamientos que llevan a la depresión

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(Foto: Archivo, El Gráfico)

Vida 30/07/2019 05:18 Víctor Jiménez Actualizada 12:32
 

Cuando  pasamos por momentos difíciles nos entregamos a pensamientos pesimistas. Estas ideas, lejos de ayudarnos a transitar por ese periodo de dolor, nos pueden llevar a la depresión. Hay tres tipos de pensamientos con los que te puedes provocar ansiedad y depresión: dar por hecho que tu sufrimiento es para siempre; que todo está mal en tu vida; que lo malo sólo te ocurre a ti. Veamos de qué se trata cada una de estas ideas.

Pensamiento depresivo: “Esto es para siempre”. Cuando nos sentimos tristes, decepcionados o abatidos, es muy probable que aparezcan pensamientos pesimistas: “Me voy a sentir así de mal por el resto de mi vida” o “Nunca voy a poder superar esto”. Nos convencemos de que esto es una verdad, cuando todos sabemos que no lo es. Sentimos diferentes emociones y estados anímicos a lo largo de un día y de nuestras vidas. Los sentimientos no permanecen, se intensifican o suavizan, están en constante cambio. Imagínate lo que provoca en ti pensar que tu dolor emocional o malestar es permanente: desesperación, angustia, desesperanza, sensación de impotencia.

El antídoto: “Este malestar va a pasar”. Cuando estás consciente de que todo lo que experimentas es pasajero, aparecen la confianza y la esperanza. Todo en la vida pasa y este momento difícil también va a pasar. Incluso darte cuenta de esos momentos durante el día en que te sientes mejor te lo recuerda: el malestar es pasajero. Repetirte “esto va a pasar” te calma, te consuela, te da esperanza y energía para continuar. Esto es lo que necesitas cuando lo estás pasando mal: atenderte, apoyarte, consolarte para tener la fuerza de seguir adelante.

Pensamiento depresivo: “Todo está mal en mi vida”. Si damos por hecho que nuestra vida en su totalidad es un desastre, nos sentiremos acabados. Pon especial atención a palabras como todo, nada, nunca, siempre, nadie, todos. Estas palabras transmiten una idea rígida, exagerada y falsa. Aun en momentos difíciles, seguramente no todo está mal, no es cierto que nadie te quiere, que nada te sale bien, ni que todos están tu contra. Aun si sólo eres importante para tu mascota, hay alguien en este mundo que te quiere.

El antídoto: “Esta situación es difícil, pero no todo está mal”. Más que nunca, cuando estás pasando por un momento difícil o de sufrimiento recuerda lo que está bien en tu vida y aquellos con quienes cuentas. Puede ser difícil hacerte consciente de esto, pero si lo practicas a diario, será más fácil hacerlo en las situaciones más duras. Si te escuchas usar palabras como todo, nada, nadie, todos, nunca o siempre, cuestiónate honestamente si esto es verdad. Con frecuencia encontrarás que no es así. Usamos estas palabras para exagerar lo que estamos viviendo. Por duro que parezca, rescata lo bueno, lo positivo, la presencia de personas apoyadoras, el amor de quienes están presentes.

Pensamiento depresivo: “A mí siempre me sucede lo peor”.  Este tipo de pensamiento nos lleva a sentirnos aislados. Nos hace pensar que sólo nosotros sufrimos, que nadie más sufre, y sabemos que esto es falso. Muchas personas pasan por situaciones parecidas a la tuya. Quizás lo sientes así, pero no es cierto que todas las personas a tu alrededor son felices, excepto tú. 

Antídoto: “Todos los seres humanos sufrimos”. No hay ninguna terrible maldición que haya caído sobre ti para que estés pasando por este mal momento. Todos sufrimos, más o menos, de una u otra forma. El sufrimiento es parte de la vida. Recordar esto te ayuda a aceptar que, por el momento, te toca vivir este dolor o molestia. Al aceptarlo es más fácil transitar por la situación penosa que si te resistes a la realidad. Pelearte con algo que es inevitable (la emoción o la realidad) sólo empeora las cosas.

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