Adaptarse o morir

Vida 09/10/2018 05:18 Víctor Jiménez Actualizada 10:50
 

La vida continuamente nos lanza obstáculos con los que lidiar. Surgen enfermedades de forma inesperada, perdemos el trabajo, terminamos una relación, las cosas no salen como quisiéramos. Para superar esos obstáculos necesitamos echar mano de la capacidad de adaptación. Así, adaptamos la dieta a los nuevos requerimientos de nuestro cuerpo, aprendemos nuevos oficios y desarrollamos talentos escondidos, aprendemos a vivir solos nuevamente, nos ajustamos a las nuevas circunstancias y con creatividad salimos adelante.

Adaptación vs resistencia. Si bien naturalmente estamos hechos para adaptarnos, también nos resistimos a lo nuevo y diferente. Hay quienes se resisten al cambio y permanecen estancados en su forma de pensar o actuar. Y hay quienes tienen una habilidad especial para adaptarse a los continuos cambios del mundo de hoy. Al adaptarse con mayor facilidad a lo nuevo, estas personas experimentan más satisfacción en el trabajo y la vida en general. 

Adaptarnos nos beneficia. Nos conviene ajustarnos a las nuevas circunstancias, sobre todo en este mundo cambiante y acelerado. A los adultos mayores les conviene adaptarse al uso de la nueva telefonía celular. A la madre de familia le conviene adaptarse a los cambios de sus hijos adolescentes. Al maestro le conviene estar abierto a nuevas tendencias en la educación. Todos nos podemos beneficiar del poder de la adaptación. 

Adaptarnos nos ayuda a estar mejor. La abuela que acepta el uso del bastón o de la andadera mantiene su libertad de acción. El empleado que se permite probar un nuevo método de trabajo expande su conocimiento o conserva su empleo. La chica capaz de apreciar las ventajas de vivir en un nuevo barrio se siente bien ante el cambio. Las personas exitosas han tenido que adaptarse a muchas circunstancias a lo largo de su vida. Se han atrevido a probar nuevas formas de hacer las cosas, no sólo la que ha funcionado en el pasado.

Ejercita tu capacidad de adaptación. Con la edad, nos cuesta más romper los patrones de comportamiento y pensamiento, por lo tanto, es más difícil adaptarnos a lo nuevo. Pero igual que hacemos con los músculos en el gimnasio, podemos ejercitar la habilidad para adaptarnos física, emocional y mentalmente a las nuevas circunstancias. Los ajustes pueden ser en el comportamiento, la percepción, las creencias y los juicios. 

Aquí hay algunas ideas para cultivar la capacidad de adaptación:

Prueba nuevas rutas al trabajo o la escuela. Los pequeños cambios en la rutina son una manera de ejercitar la habilidad para adaptarse a nuevas circunstancias.

En las próximas vacaciones, elige una experiencia de aventura que requiera adaptación. El contacto con la naturaleza, cocinar o dormir al aire libre, nos obliga a probar nuevas formas de hacer las cosas.

Aprende algo nuevo: tejer, cantar, hablar otro idioma, tocar un instrumento, trabajar la madera. Cualquier actividad nueva requiere adaptación, desarrollo de la tolerancia a la frustración y perseverancia.

Responde con entusiasmo ante los cambios de planes de último momento. Improvisa, sé espontáneo y flexible. Haz lo contrario de lo que normalmente harías. Sonríe y elige algo totalmente diferente.

Ten una mente abierta. Dale la bienvenida a ideas y soluciones de otros. Experimenta con nuevas formas de solución y ve qué pasa.

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