Quinazo de artificio

LEO AGUSTO

OPINIÓN 29/05/2019 08:53 LEO AGUSTO Actualizada 08:53

Eran principios de mes y el fiscal general Gertz Manero parecía estar más preocupado con el asunto de su amparo para que no aplicara en él el programa “Hoy No Circula”. Esto porque fue en esos mismos días cuando advirtió que el caso Odebrecht se “judicializaría”, es decir, presentar ante el juez para iniciar el juicio en los próximos 60 días.

Pues no pasó ni el mes cuando ocurrieron tantas cosas con una coordinación casi de maquinaria de reloj. Por ejemplo, la inhabilitación por diez años que fue impuesta al ex director de Pemex sonaba casi ridícula, pero necesaria. No fuera a ser que lo quisieran integrar a la 4T. Sin embargo, en este sexenio tan lleno de símbolos y mensajes propios del PRI de los años 70, quizá fue como el sonar de una campana anunciando la proximidad de la misa, ya que después le fueron congeladas sus cuentas bancarias.

Ayer, diversas fuentes no oficiales difundieron la versión de que un juez federal liberó una orden de aprehensión contra Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, involucrado en la firma de contratos fraudulentos con AHMSA. Por lo pronto, ya se tramitó el clásico “amparo busador”, según informó su abogado. 

El asunto es que fueron varios avisos desde el gobierno que pudieron permitir la hipotética fuga de Emilio Lozoya. Porque las presiones del exterior respecto a la falta de acción del nuevo gobierno mexicano en el caso Odebrecht han venido en aumento desde las últimas semanas. Normalmente eso sucede, cuando alguien dice ser honesto, se le exigen hechos además de las vanas palabras. 

Este golpe a la corrupción del peñismo representa o parece, el rompimiento de la política de “punto final” planteada por López Obrador. Claro, si logran presentar a Lozoya Austin ante el juez y ganar el caso Odebrecht. No solamente se trata de presumir cabezas en la homilía mañanera. 

Periscopio

Fueron detenidos los líderes de los dos grupos antagonistas distribuidores de droga en la Ciudad de México. De entrada, es una excelente noticia en términos de seguridad, esperemos que no se trate de un caso más de “quítate tú, para ponerme yo”. 

Radar de lo absurdo

Javier Coello, defensor de Emilio Lozoya, es el mismo abogado que claudicó en la defensa de Mónica Villegas, la del colegio Rébsamen. Coello, aunque bueno para litigar en medios, está metido en un slump en los tribunales. 

Bitácora de los Ángeles del Gordo

La “derechairiza” se fue en masa tras el ‘borrego’ de que el impresentable Manuel Velasco se incorporaría al gabinete federal. El rumor se disipó y ahora fueron los chairos, los de siempre, quienes después de aguantar durante horas la carrilla, finalmente mandaron toneladas de vitacilina (virtual) a su bando rival de la arena digital. 

Y así se les va la vida, polarizados por estupideces, descubriendo a tientas sus mutuos fundamentalismos, sin percatarse de que son exactamente iguales. 

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