Ser taxista, un oficio digno y tradicional

Oriundo de la Ciudad de México, pero radicado en Querétaro desde hace 25 años, Juan Alfredo Leal decidió dedicarse al oficio de transportar personas.

“El 5 de enero de hace 35 años recibí mi primer taxi, un juguete que me dejaron Melchor, Gaspar y Baltasar y significó mucho para mi niñez”, expresó Juan Alfredo.

Recordó que su padre fue taxista en la Ciudad de México toda su vida. Gracias a eso, pudo sostener a su familia y poder pagarles una carrera técnica a Juan Alfredo y a su hermano Alfonso.

DEVOCIÓN POR CONDUCIR. A pesar de todo, siempre le interesó manejar un taxi con dignidad y devoción, como su papá.

“Recuerdo las palabras de mi padre: ser taxista es tan digno como ser doctor o abogado, además de ejercer la noble labor de transportar a la gente a su centro de trabajo, su escuela o su hogar", mencionó.

 De su trabajo diario, dice que los conductores, ilustran a los turistas sobre los lugares más emblemáticos del estado como la Peña de Bernal, Tequisquiapan y la Sierra Gorda.

“No me arrepiento de haber hecho a un lado mi carrera técnica y haber tomado el volante para continuar el oficio de mi padre y por aquel taxi de juguete que recibí a mis cinco años de edad, el cual me acompañó en mi unidad hasta que una noche me asaltaron y se lo llevaron los asaltantes”, lamentó Alfredo Leal. Redacción