¿Qué lucha tenemos?

Gabriel Cruz

OPINIÓN 14/05/2019 09:05 Gabriel Cruz Actualizada 09:05

Casi nueve mil kilómetros separan a México de la Ciudad de Londres. Y el sábado pasado un luchador murió en acción sobre el cuadrilátero del Round House.

Era mexicano, respondía al nombre de batalla de Silver King, y aunque su deceso se debió a una causa natural, las condiciones en las que ocurrió merecen una reflexión.

Un video es la única referencia, pero no cualquiera: en él se aprecia el momento en el que, en teoría, perdió la vida César González.

No es el primer caso que ocurre en la lucha libre profesional, tanto en México como internacionalmente. Es un tema que rebasa fronteras y que en esta ocasión tiene muchas similitudes con la realidad mexicana en el deporte de los costalazos.

Fue, por decirlo de alguna manera, un evento hecho a la mexicana. Con el estilo que caracteriza a la lucha azteca y con los protagonistas de ella en la cartelera, incluido el réferi. Mucho se ha hablado del papel de Esteban Mares, el encargado de impartir justicia, y me incluyo entre los que piensan que pudo haber hecho más para auxiliar al esteta.

Pero no es el culpable de la muerte de King. Tampoco lo es el promotor, aunque la responsabilidad de éste es mayor, ya que es el encargado de dotar de la infraestructura necesaria para un evento de esta magnitud: pasaron muchos minutos antes de que algo parecido a un servicio médico atendiera al luchador.

En México es una practica normal. Funciones en lugares chicos, medianos y grandes carecen de esos servicios básicos. Ocupados más en poblar de luchadores las funciones, a los organizadores de los eventos parece estorbarles ese detalle.

Las comisiones encargadas de exigirlo, no lo hacen. La inseguridad priva y parece una batalla perdida, a la que volveremos cuando otro luchador muera en combate.

¡Buenas luchas!

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