No conozco ninguna mujer que salga a la calle esperando recibir un chiflido o algún dizque “piropo”. Pregúntale a tus hermanas, hijas o amigas qué sienten de esas muestras tan normalizadas como coquetería, pero que en realidad son la base del acoso cotidiano.

Y esa es solo una de las formas de violencia que tienen cansadas a millones de mujeres. Parece inofensivo, pero gritarles “mamacita” es la primera parte de una escala violenta que puede llegar al grado del maltrato, el abuso, la violación e, incluso, el feminicidio.

Puede que a ti te parezca exagerado que una chica se enoje porque “le aventaste una flor”. Pero para ella es una falta de respeto, una señal de que tú te crees con el poder de decirle lo que quieras, sin que ella te pueda reclamar nada. ¿Te daría igual si se lo hicieran a tu hermana?

Por eso, hay muchas mujeres que están furiosas. Y con razón. Durante décadas han sido agredidas de distintas formas. La manifestación del viernes sigue siendo tema de conversación, pero parece que sabemos más de las pintas al Ángel que de lo que detonó la expresión de hartazgo.

Muchas participantes llevaron el cartel de búsqueda de sus desaparecidas o asesinadas y otras miles exigieron seguridad para no ser víctimas de violación, abuso ni acoso. También hay que decir que lamentablemente hubo 30 lesionadas y heridas, la mayoría mujeres policías. El Gobierno de la Ciudad ya está poniendo manos a la obra estableciendo un puente de diálogo.

Para el Consejo Ciudadano, la seguridad de las mujeres es muy importante, ya que es el género que más reporta distintos asuntos a la Línea de Seguridad y al Chat de Confianza, 55 5533-5533. De hecho, más del 54% de los reportes provienen de ellas.

A lo mejor piensas que la solución a este problema nada tiene que ver con tu vida diaria, ¡y al contrario! En lo que las políticas de género se implementan, tú puedes poner tu granito de arena para que las mujeres vivan libres y seguras.

Acciones sencillas como aguantarte los piropos y chiflidos, respetar los vagones destinados a las mujeres en el transporte público…¡sí, por mucha prisa que tengas!, convencer a quienes sufren maltrato por parte de sus parejas a pedir ayuda y denunciar a los agresores que llegues a conocer son ideas que como hombres podemos hacer sin gran esfuerzo, pero podrían cambiar al menos nuestro entorno más cercano. Y así se genera una cadena virtuosa.

TE DOY UN CONSEJO

Si conoces a una “jefa” mujer policía que sea agredida por sus mandos: llámanos a la Línea de Seguridad o escríbenos al Chat de Confianza 55 5533-5533. Instalamos una Comisión Ciudadana contra la Violencia a Mujeres Policías en la que, además de darles ayuda legal y psicológica, autoridades y ciudadanos damos seguimiento al caso para que no quede impune y tampoco ellas padezcan inseguridad.

@guerrerochipres