Viaja en taxi y la asesinan

La roja 20/11/2018 05:18 Actualizada 05:20
 

IGNACIO RAMÍREZ

Un taxi blanco sin cromática es la última pista que la familia de Adriana Arce Cruz tiene sobre su desaparición, su cuerpo fue encontrado el 7 de octubre, en la colonia Juárez Pantitlán, de Nezahualcóyotl.

Adriana vivió sus 28 años en la colonia Virgencitas, donde vendía gelatinas y postres para sacar adelante a sus dos niños y a su madre, Josefina Cruz; ella era el sostén de la familia.

Desde hace unos años, se ganaba la vida en la carnicería de una de sus tías, en el mercado de San Juan Pantitlán.

El sábado 6 de octubre Adriana salió temprano a trabajar como de costumbre, pero al terminar la jornada, sus primas la invitaron a una reunión a unas cuadras del mercado, en la avenida José del Pilar.

Adriana avisó a su madre que llegaría tarde, que no se preocupara, ésta le respondió que no tardara porque sus hijos estaban solos; así que entre las 8 y 9 de la noche se despidió de su tía y salió rumbo a casa.

“Mi tía se fue en un taxi blanco, cuando le hizo la parada todavía ni se subía bien y arrancó el taxi”, contaría después una sobrina a Josefina.

“Fue lo último que supimos, no supimos qué marca, no fue de sitio sino un taxi que pasó”, menciona su familiar.

NUNCA LLEGÓ.  El taxi nunca llegó a Las Virgencitas; el domingo al amanecer vecinos de la calle 20, casi esquina con Oaxaca, en la misma colonia, encontraron a Adriana asesinada, con la ropa desgarrada y sin zapatos; tenía golpes en el cuerpo y había sido asfixiada.

El domingo por la noche, su madre aún la esperaba sin saber que la policía había hallado el cuerpo.

Creyendo que Adriana se había quedado en casa de sus primas, su madre fue a buscarla al mercado a primera hora del lunes, pero le dijeron que desde el sábado no la veían.

SE ENTERA POR EL PERIÓDICO.  Con la angustia, Josefina regresó a casa para ir por sus nietos a la escuela y luego  presentar la denuncia por desaparición, pero cuando estaba  a punto de salir, un familiar le mostró una nota periodística del hallazgo de Adriana. “Caí en un trance, no podía creer eso”, recuerda su madre.

QUE TUVO SEXO CONSENSUADO. Los peritajes determinaron que Adriana también sufrió un severo golpe en la cabeza y que tuvo sexo consensuado, lo cual es descalificado por la familia. “Su ropa estaba rota y su pantalón desabrochado, estaba golpeada”, reclama la madre.

A PASO DE TORTUGA, INVESTIGACIÓN. A poco más de un mes del feminicidio, la familia de Adriana desconoce las características de los responsables, pues les dijeron que las cámaras en el lugar del hallazgo no funcionaban y de las cercanas al lugar donde abordó el vehículo no les han informado nada.

“Desde que nos entregaron el cuerpo, el policía nos dijo que él nos iba a llamar, que iba a estar en comunicación con nosotros para cualquier cosa, que no me podía decir nada más (…) hasta ahorita no me ha llamado ni me ha dicho. No sabemos nada, nada”, señala la mujer.

 

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