Dulce María murió de un machetazo, en Coahuila

ni una menos desaparecidas feminicidios

(Foto: Archivo, El Gráfico)

La roja 25/06/2019 05:18 Tanya Guerrero Actualizada 12:07
 

A Dulce María Martínez la asesinaron de un machetazo en la cabeza.

Fue la noche del domingo 10 de febrero, cuando Dulce llegó al domicilio ubicado en la zona centro de Torreón, Coahuila, donde vivían la madre de Dante, ex pareja de la mujer de 24 años y padre de uno de los hijos que tuvo.

Ese día, Dulce llegó a la casa de quien alguna vez fue su suegra. La joven madre intentaba ver a su hijo, luego de que un juez le quitó la custodia y se la otorgó a la madre de su expareja, pero ella no la dejó verlo. En el domicilio estaba Dante, de 26 años, padre del niño. Ante la negativa de la familia para ver al menor, Dulce discutió acaloradamente con Dante, quien enojado la golpeó y la asesinó en la sala de la casa, frente a su familia. 

La situación entre ambos era por demás complicada. Meses después de dar a luz, a Dulce le quitaron al niño porque, según argumentaron los familiares de Dante, la mujer tenía antecedentes de adicción a las drogas. Lo mismo había pasado con sus dos hijos anteriores, con quienes tampoco tenía contacto. 

VIDA DE ABANDONO. Hundida en la depresión, abandonada por su familia y sin un trabajo estable, la vida de Dulce desde su adolescencia comenzó a ser muy dura. “Durante años, Dulce fue una víctima del abandono. La golpearon en su infancia, tenía mala alimentación. Desde muy chica comenzó a drogarse y ninguna de las parejas que tuvo la ayudó. Al contrario, abusaban de ella”, dice Bárbara, media hermana de la víctima, quien en varias ocasiones trató de localizarla en las calles para ayudarla. 

Sin embargo, fue en las calles donde Dulce conoció a Dante, con quien se relacionó y luego de unos meses tuvo un hijo. Ambos vivían de vender mazapanes en el centro  de Torreón. Pero la familia del hombre inició acciones legales para tratar de brindarle seguridad al menor hasta que lograron quitárselo. 

“No salía de la droga porque le afectaba que le quitaran a su hijo. Se perdió en el dolor, porque además no la dejaban verlo. Incluso, una semana antes de que la mataran fue a buscar al niño pero se lo escondieron, aludiendo que ella venía drogada”, narra su familiar.

Por eso, ese 10 de febrero Dulce lo volvió a intentar. La pareja comenzó a discutir. La familia de la joven cree que él también había consumido droga y perdió el control. 

ENCUBRIERON A DANTE. Después de matarla, Dante y su familia llamaron a una ambulancia, diciendo que Dulce había llegado golpeada y que la herida con machete que presentaba se la habían hecho en la calle; para justificar las manchas de sangre en la ropa de  Dante sostuvieron que el hombre había tratado de ayudarla. Incluso él no huyó del lugar donde ocurrieron los hechos.

Incluso, la familia de Dulce asevera que Dante, quien tiene antecedentes penales, trató de comprar testigos durante el proceso. El hombre terminó por aceptar su culpabilidad y por el feminicidio de su expareja fue sentenciado a 20 años de prisión en el Centro Penitenciario Cereso en Torreón, luego realizarse un juicio abreviado.

“Se me hace injusto que sólo fueran 20 años de cárcel para él. Tiene 26 años y cuando tenga 46 va a poder rehacer su vida, pero mi hermana está muerta”, dice Bárbara.

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